pero siempre está nevando sobre tu sueño en París" La que murió en París.Ignacio Corsini.
!Me voy a Europa! ;eso le dijo Martica a su madre y también a sus dos pequeños hijos quienes solo le miraron con la ilusión seguramente de que ellos también irían,como cuando los fines de semana su mama decía entre bromas !me voy al parque,quien quiere ir conmigo!? y terminaban los cuatro,con la abuela, en el parque de San Francisco,que mas que parque era una plazoleta donde jugar entre las palomas.
La afirmacion de Martica era un grito de desesperacion salido de lo mas profundo de su ser después de tres largos años de penurias luego de perder su mejor empleo en una fabrica de confecciones,!por ladrona! pues le encontraron una cremallera de 15 cms azul turquí con la que pensaba arreglar el pantalón de su pequeño;no la robo en el estricto sentido de la palabra,la cogió por pereza de no buscarla en la cacharreria de la esquina de su casa,pero por ladrona se quedo sin empleo.
Luego de su salida de la fabrica realizó variedad de trabajos,pasajeros o temporales todos,jamas logró un empleo fijo y siempre se preguntaba porqué sería,hasta que un amigo del papa de sus hijos que trabajaba en la sección de personal de una empresa,le dijo que seguramente se debía a que sus anteriores empleadores a la hora de los informes no ocultaban la causa de su despido,aunque ella y el gerente habían arreglado que no recibiría cesantía ni ningún tipo de indemnización a cambio de no dar malas recomendaciones.
Convencida por la comunicacion de su amigo, acosada por la necesidad económica, separada de su pareja a causa de la irresponsabilidad de el,decidió que había llegado la hora de pedirle patrocinio a una antigua amiga,excompañera de trabajo,que se encontraba en Europa hacia algunos años y que no la había hechado al olvido.
Superando la tristeza y la angustia de separarse de sus pequeños,viajo con sus sueños y sus 28 años,inicialmente hasta un pequeño pueblo español en la frontera con Francia donde residía su amiga;esta vivía junto a su pareja,un ciudadano mitad francés y mitad español y un hijo de ambos.Paso varios meses limpiando por horas algunas escaleras de edificios de vivienda,complementaba con limpieza en algún local comercial y soñaba con obtener sus papeles,viajar a Colombia y llevarse sus hijos hasta su nuevo país de residencia.No era una mujer muy bonita,pero su carácter y una agradable figura, le brindaba la posibilidad de conseguir alguna relación con un ciudadano europeo y hacer mas corto el camino hacia sus ansiados papeles,pero ella solo tenia pensamientos para sus hijos y no se detenía a sopesar la vida de forma mas practica como solían decirle sus amigas.A pesar de todo,entablo una amistad-amorío con un muchacho español de padres marroquíes quien termino por convencerla de viajar a Bélgica donde el tenia varios familiares y donde según decía, las condiciones sociales eran mejores que en España.
Se ubicaron finalmente en Bruselas,en una barriada habitada mayoritariamente por ciudadanos árabes o sus descendientes.A pesar de la buena acogida que tenia entre los familiares y amigos de su amigovio,Martica se mostraba mas triste que de costumbre,quizá por el frío, la lluvia, el viento o la nieve,sin los cuales, el clima de Bruselas seria el mejor del mundo;esa ciudad oscura aunque le parecía bonita,junto a la tristeza de la ausencia de sus hijos,le hacia cada vez taciturna;la búsqueda de documentos era igual de dispendiosa y lenta que en España,pero tenia un aliciente: las horas de trabajo se las pagaban a 2 o 3 euros mas que en España lo que le daba la posibilidad de ahorrar algo mas o aumentar la cuota que mandaba a su mama para la manutención de sus hijos.
Así transcurrieron sus primeros dos años de ausencia de sus amores,sus dos hijos;un 20 de Julio,que la colonia colombiana festejaba en un gran parque de Bruselas,Martica invito a su amigo para que degustara la comida,la bebida y la música de su patria;paso un buen día,un poco mas alegre que todos los que había vivido desde su salida de Colombia.Esa noche, al llegar a su pequeño apartamento,sintió de repente un fuerte dolor en el estomago que ella y su amigo atribuyeron "al aji que le había puesto a las empanadas" que había comido en demasía, quizá intentando recuperar todos los días que llevaba sin ver su tierra.
Al día siguiente del festejo Martica salió para su trabajo como de costumbre;a pesar de ser pleno verano,el día amaneció lluvioso y con mucho viento;llegó hasta la estación del metro,abordó un vagón que le acercaba hasta una parada de tranvía el cual a su vez le acercaba hasta la parada del autobús que le llevaría definitivamente hasta su lugar de trabajo.No más llegar al trabajo se preparó un buen café para darse animo e iniciar su labor;cogió la racleta,el balde y algún trapo y se dispuso a empezar con las escaleras que llevaban hasta la cava,un pequeño sótano donde se encontraban los baños;no alcanzó a llegar hasta el final de la escalera cuando el fuerte dolor de estomago del día anterior hizo de nuevo su aparición y esta vez culpó al café pensando que lo había preparado muy cargado;el dolor duró algunos minutos más que antes,aguantó un poco y fianalmente logró realizar sus labores.
Esa noche comentó con su compañero sobre la reaparición del cólico y este le aconsejó que buscar atención medica,pero ella le quitó toda importancia pues no era la primera vez que la barriga le molestaba;Su vida continuó,su rutina diaria y de fin de semana era la misma y de la misma manera,el cólico había terminado por formar parte de esa rutina y hasta le servía de despertador pues infaliblemente ,un poco antes de las cinco de cada mañana hacia su aparición,cada vez mas fuerte y con mas duración;su amigo marroquí le discutió fuertemente pues le parecía que ella era muy descuidada con su salud ante lo cual ella terminó por prometerle que buscaría ayuda medica después que volvieran del paseo a París que tenían planeado para principios del otoño,pues ella por nada del mundo quería perderse la realización de uno de sus mas preciados sueños:conocer algo de París,visitar su gran torre,caminar junto al Sena y por los jardines de Trocadero,no, su cólico podría esperar.
Para principios de Octubre por fin ,un día sábado partieron en un carro propiedad de los padres de su amigo, rumbo a la Ciudad Luz;apenas algo mas de tres horas les separaba de su objetivo;llegaron a la ciudad,buscaron un lugar donde aparcar el carro y se dedicaron a caminar en búsqueda de los lugares mas emblemáticos de la ciudad:pasearon junto a la gran torre,los jardines de trocadero,luego tomaron de nuevo el carro se fueron a buscar el célebre cabaret moulin rouge,y por último se acercaron a la no menos nombrada Notre Dame;tomaron muchas fotos y al final de la tarde se prepararon para regresar a Bruselas;empezaron a buscar la salida norte de París y a los pocos minutos el cólico hizo su aparición,con mas fuerza que de costumbre hasta el punto que los gritos y las lágrimas hicieron presencia en Martica que hasta ese momento lo había aprendido a soportar con apenas algunos lamentos.
El dolor se hizo insoportable y su amigo decidió que era hora de buscar un hospital y así lo hizo; apenas llegaron a Bruselas,el amigo fue directamente al Saint Pierre,hospital al que acudían la mayoría de inmigrantes;Martica fue ingresada por urgencias y al cabo de algunos minutos le informaron a su amigo que debía autorizar unos exámenes especiales;pasadas varias horas, apareció un médico quien sin demasiados preámbulos le indicó que su amiga debía quedarse ingresada para un estudio mas profundo de sus dolencias,que él podía acercarse al día siguiente por mas información.
Al día siguiente,efectivamente su amigo se acercó al hospital;primero fue interrogado sobre su parentesco con la paciente y finalmente le informaron que su amiga,la colombiana,tenia cáncer,que estaba bastante avanzado con posible metástasis hacia otros órganos próximos al hígado,donde se había iniciado.
El amigo consiguió subir a la habitación donde se encontraba Martha y no sabia que responder ante la serie de preguntas ansiosas y repetitivas de ella;parecía que intuía algo pues al final,ella misma se dio la respuesta con una de esas preguntas:¿tengo algo grave cierto?;¿tengo cancer o qué?;ante el silencio del chico marroquí,Martha terminó por entender que su pregunta era a la vez respuesta y empezó a llorar desconsolada,llegaron a su memoria sus pequeños hijos y su madre,su mundo a la vez tan pequeño y tan inmenso.
Martrha tomó la desición de no contar nada a su madre,se sometió a las radiaciones que no surtieron efecto,luego llegaron las quimios,luego de las cuales se sentía morir,acompañada siempre y por fortuna de su amigo marroquí quien había demostrado cuanto la apreciaba de verdad;él se había tomado la responsabilidad de girar algo de dinero a la madre de Martha, fruto de su propio trabajo,tratando de hacer creer que ella aun trabajaba cuando en realidad ya no salia del hospital pues el cáncer se hizo implacable y destruía el organismo de Martha poco a poco, hora tras hora;por su intermediación,Martha pensó en la consecución de una visa humanitaria para su madre y sus pequeños hijos,para que pudieran viajar y al menos verlos por última vez;los funcionarios encargados le hicieron ver que para eso, como mínimo su madre debía estar enterada de su estado;al final Martha accedió a que su madre se enterara;se comunicó a su madre la gravedad de su situación y se inició la búsqueda de la visa;era una carrera contra el reloj;los tramites eran lentos y el cáncer era veloz;al final se impuso el destino y Martha murió cuando las primeras nieves del invierno,blanqueaban las calles de Bruselas,los techos de sus casas,mientras en su lejana ciudad,el sol intentaba derretir el asfalto y una abuela y sus dos nietos,esperaban ansiosos el regreso de una mujer soñadora y luchadora y sus sueños,todos ellos convertidos en ceniza;Martha fue cremada,repatriar su cuerpo fue un último sueño inalcanzable.