lunes, 2 de noviembre de 2009

CON LOS PASOS PINTADOS






Mi papá, fiel a su costumbre,seguía llevando a casa sus revistas y periódicos preferidos;por culpa de esas revistas, de una en especial,Life,se llamaba,me enteré que en un lejano pueblo vietnamita llamado My Lai,el ejercito norteamericano,bueno, un destacamento,había masacrado muchos civiles indefensos;que en Estados Unidos habían asesinado a un negro porque había contado en publico, ante miles de personas, que "había tenido un sueño" y también a un rubio que parecía acolitar el cumplimiento de ese sueño del negro, aprovechando que era ministro de justicia;que un papa, vendría a Colombia para Agosto,no se a qué,pero que eso era motivo para ser muy felices;la re

vista,tan informada como estaba y presumía,no contaba sin embargo, que yo había terminado el



quinto de primaria,que no tenía para el vestido de clausura,ni pa zapatos;nuestra cotidianidad seguía, sin importar al resto del mundo.

Mi papá consiguió prestado para un pantalón de Dacron,azul turquí y para unos zapatos que compramos en una cacharrería del barrio,ordinarios, duros,que parecían de cuero,pero si no era de cuero de cabeza de la vaca,deberían ser de cuero del escroto del toro;durante el camino hacia la escuela,cohibido pues era quizá el único que no llevaba vestido entero,junto con el negro Cortez,el más porra del salón, que vivía en una invasión llamada la "Valvanera",me pelaron los pies en el jarrete,y durante la larga ceremonia de clausura que constaba de veinte puntos y que empezaban todos por "palabras de....",no tuve ganas de hacer bromas como todos los dias, ni siquiera de reírme cuando Quintero bailaba el himno nacional, tapado por los demás.

Estos zapatos, los recordaría siempre,junto a otros que harían su aparición meses después,ante la flaqueza mostrada por los primeros, que no fueron duros sino por unos días ,hasta que aparecieron unas lluvias que me mostraron que eran,como los de manacho,de cartón.

Luego de la alegría familiar por haber terminado el quinto de primaria,logramos una nueva cuando me inscribieron buscando un cupo en Santa Librada y un día acompañé a mi mamá a ver las listas en la cartelera del colegio y leímos,incrédulos, mi nombre entre muchos aceptados.

De nuevo el quebradero de cabeza para mi familia,que parecía condenada a sufrir afugias cada que se lograba un pequeño avance,pues la vida parecía cobrar venganza cuando alguien rompía la camisa de fuerza de la pobreza y superaba los obstáculos colocados por una sociedad egoísta que daba por hecho que no lo lograríamos.

Con el cupo ganado, siendo la envidia de muchos padres ya que un cupo en ese colegio era tan apreciado por los estudiantes,como una curul en el senado,pero con más honradez;quedaba la búsqueda de lo insumos necesarios para enfrentar el nuevo reto:ropa, zapatos;quedaba el pantalón de dacrón azul turquí y la camisa blanca de la clausura de quinto,un pantalón de pana que había sido azul y era ahora casi blanco de tanto lavar y planchar y solo conservaba el color en la pretina, que soltaba tinta cuando se planchaba húmedo y una camisa verde claro, también de dacrón;zapatos no habían;los torturadores usados para la clausura se habían deshecho literal mente con las lluvias;más préstamos eran imposibles;se acercaba el día de inicio de clase y faltaban los zapatos!

La solución apareció de repente y la vislumbró una de mis hermanas,la mayor,después supe que sin mala intención.Ella propuso,que como no seguiría en el mismo colegio pues había perdido el año,quedaban vacantes un par de zapatos de ella, pero no los de diario ya que los seguiría usando en su otro colegio;!quedaban los de el uniforme de gala!, si señor!.Todo fue alegría hasta que mi hermana los llevó ante nosotros y descubrimos horrorizados y desilusionados que !eran blancos!.

Pero mi papá era un hombre muy recursivo,producto de sus eternas necesidades, y dijo: !eso no es problema, mijo,los pintamos!.Y dicho y hecho,fuimos al centro y compramos la tinta para teñir zapatos,leímos cuidadosamente las instrucciones y se procedió a la magna obra:Luego de varias horas, pues se daba una mano de tinte y se dejaba secar muy bien para la segunda,mi papá mostró orgulloso el resultado:un hermoso par de zapatos Croydon cuero,de un color negro azabache!.me sentí alegre y agradecí sin decirlo, a mi hermana que había aportado algo propio para solucionar mi necesidad.Me los hicieron medir y a parte de quedar un poco flojos pues mi hermana calzaba casi dos números más,estaban muy bien;!con media gruesa o dos pares de las delgadas se le ajustan!,dijo mi mamá;llegué a pensar que ahora solo faltaba esperar el día señalado para estar en Santa Librada;hasta en sueños recorría sus instalaciones que había conocido durante las inscripciones:su cancha de fútbol,que ya sabría de mí y mi talento para ese deporte;su piscina,su coliseo,su cafetería,y porqué no,hasta su iglesia.

Y llegó el gran día;ya sabía que bus me llevaba y traía a casa o muy cerca;fue un día de formaciones e indicaciones sobre lo que se esperaba de nosotros y lo que nos daría el colegio si cumpliamos normas y leyes;sobre el privilegio de ser alumnos de ese colegio;casi de noche regresé a casa, y muy feliz,aunque hambriento pues no llevé nada pal recreo,ya que solo había para el pasaje de ida y vuelta,me desaté a contar la experiencia vivida.

Pasaron los días y aparecieron los amigos,los menos amigos,las muchachas del Amparo,la Normal,y demás.

Precisamente, una de las muchachas de un colegio de cuyo nombre no quiero acordarme,que viajaba siempre en el mismo bus junto a una amiga,me atizó un golpe más que bajo,bajísimo;después de muchos días de viajar en el mismo bus y cruzarme con ella y su amiga,descubrí por un tercero allegado a ellas, "que la de pelo corto y huesito pica piedra en la oreja" está tragada de usted, hermano.Me causó solo curiosidad, y le comenté a este amigo mutuo, que la que me gustaba era su amiga, la de cabello largo,negro;fatal error el de revelar secretos amorosos que puedan ir en contravia de las ilusiones de una dama;conocí entonces,toda la crueldad que puede ser capaz de expresar una mujer desengañada.

Un día, mi compañero intermediario,me contó que las dos amigas querían que las esperáramos a la salida para charlar y ofrecernos unas boletas para un acto de su colegio;acepté inocente;nos encontramos el sábado siguiente en el parque Alameda y nos sentamos a charlar después de presentarnos;entre bromas,la del pelo corto,empezó a satirizar sobre su amiga y mi gusto por ella;se notaba dolida y decidí que lo mejor era marcharse y cuando ya parecía todo decidido,y luego de bromear por el tiempo que tuve retenida la mano de la de pelo largo al despedirme,soltó su golpe:!huy mijita,se la conquistaron con los pasos pintados!.Cómo así,? preguntaron entre risas su amiga y mi amigo.!no que él tiene los zapatos teñidos!.Aunque en verdad los zapatos empezaban a perder color y tornarse azulosos,no veía porqué ella debía saberlo;!y porqué lo dice!? !y no que la suela es blanca! .Sentí que la cara se me enrojecía y no supe que contestar;mi amigo y la del pelo corto con huesito pica piedra en la oreja,festejaron el descubrimiento con saña;la del cabello largo, negro,me obsequió una mirada de esas que se le dan a un perro al que le han quebrado una patica, y sentí que llegaría a quererla.
Superado el golpe artero,continué caminando mi primero de bachillerato,repintando de vez en cuando mis zapatos, pisando con ellos toda clase de líquidos y solidos con la esperanza de disminuir el color blanco de su suela,hasta ahumarla quemando papel periódico junto a ella,y acompañado ahora con una novia de cabello largo,negro, a quien nada le importaba el color de mis zapatos;tenía además la promesa de papá, que si ganaba el año, para segundo tendría mis zapatos negros originales.Recuerdo aquella novia y recuerdo aquellos zapatos;a ella cada vez que que saboreo un helado o cono de vainilla,su sabor preferido; a ellos cada vez que tengo la oportunidad de comprar zapatos; y al observar que esos recuerdos se empiezan a desteñir con el paso inexorable del tiempo,los repinto escribiéndolos;también recuerdo a esa amiga de mi novia,la de pelo corto y huesito pica piedra en la oreja,casi siempre cuando me machuco un dedo con un alicate o se me mete una chispa de soldadura por entre la camisa.





jueves, 1 de octubre de 2009

¿CON DOLOR O SIN DOLOR?












Mi papá le dijo un sábado a mamá:vista el niño que lo voy a llevar al centro.Escuchar eso era para mí de lo más emocionante ya que implicaba ponerme la ropa que me habían comprado hacía ya varios meses,los zapatos de cuero,prendas que solo teníamos para fin de semana o alguna ocasión especial, y además mi papá me peinaría con esa "mota" que tanto me gustaba y que él acondicionaba con un producto de su uso personal:la brillantina,un líquido algo viscoso de un agradable olor.




Yo sentía que papá experimentaba un cierto orgullo al tomarme de la mano y caminar juntos por diferentes sitios del barrio o la ciudad.Quizá por eso se esmeraba tanto en arreglarme y acicalar me y yo feliz de acompañarle.Papá escondía tras su voz fuerte y autoritaria y su disciplina exigente,una ternura inigualable,que disimulaba, pues la época y sus costumbres,no recomendaba demasiado las expresiones de ternura en los hombres.




Salimos a esperar el bus que pasaba a muchas calles de distancia;al hacer su aparición y detenerse junto a nosotros,una nube de polvo nos abrazó y yo sentí que casi todo se quedaba pegado a mi pelo,aunque papá me cubría con su cuerpo.




Durante varios minutos recorrimos calles y calles de mi ciudad, que se presentaba a mis ojos inmensa, con muchos sitios para descubrir;llegamos a una calle céntrica,nos bajamos y empezamos a caminar;pregunté :¿a donde vamos papá? .Vamos a un sitio que le va a gustar,espere y verá!,me dijo.




Llegamos hasta un parque,junto a una iglesia;en sus alrededores,diferentes personas ofrecían cosas a los transeúntes;me llamó especialmente la atención un hombre que a cada momento metía su cabeza dentro de una bolsa de tela negra, mientras alguna pareja se ubicaba al frente de él y seguía sus instrucciones;pregunté a papá que qué hacía ese hombre y entonces papá me dijo:es un fotógrafo,ahora le pregunto a ver si podemos tomarnos una foto.




La emoción fue indescriptible en mí;estaba apunto de descubrir un acto mágico que guardaría por siempre en mi memoria y además mi papá disipó mis temores al asegurarme que no sentiría dolor alguno.




Luego que el hombre despachó a sus clientes, papá conversó con él,al parecer negociando el precio de la foto;papá me llamó junto a él,puso su brazo alrededor de mi cuello y me indicó que no me moviera, que solo mostrara una sonrisa;la sonrisa tuve que sostenerla durante bastante rato,hasta que al fin el hombre salió de entre la bolsa negra y dijo:listo!.




Papá me llevó hasta un banco del parque y me dijo que tendríamos que esperar un rato para que nos entregara la foto;al cabo de un rato largo y tras ir y venir de su máquina hasta una maleta que tenía sobre unas cajas,el hombre de la fotografía le hizo señas a papá para que se acercara;mi papá observó la foto detenidamente y sacó alguna plata del bolsillo y se la entregó al hombre;papá se juntó a mí y me enseño el milagro:ahí estábamos los dos sonrientes, copiados con una exactitud que yo no lograba comprender cómo era posible de realizar si el hombre estaba por lo menos a unos tres metros de nosotros y nunca nos tocó.Papá trató de explicarme un poco,pero al final,la felicidad de llevar esa foto a casa y mostrarla a todos,le quitó toda importancia a la explicación posible del fenómeno.




Luego papá me acercó junto a un hombre que tenía un instrumento que al manipularlo producía música, y lo mejor de todo era que la contribución que voluntariamente hacían los ciudadanos, la recibía un mono pequeño,encadenado al instrumento musical.




Al regresar a nuestra casa,mi mamá y hermanas me preguntaron donde habíamos estado y yo conté hasta la saciedad la experiencia vivida y mostraba orgulloso la foto.Ante los reclamos de mis hermanas, papá prometió que luego serian ellas las invitadas a ese mismo paseo.




Pasaron muchos días y la oportunidad de volver a aquel parque se presentó aunque en condiciones muy diferentes;una noche ,noté que mi papá tenía muy descompuesto el rostro,reflejaba un malestar tremendo y mamá se esmeraba en la cocina preparando algunas plantas para realizar emplastos e infusiones;al acostarme,escuché a mi mamá preguntarle a papá si sentía algún alivio;comprendí que papá sufría un tremendo dolor de muela.Al despertar al día siguiente,noté que papá no había ido a trabajar;mi padre preguntó a mi mamá cuánta plata había y mamá le contestó:!están los diez pesos de el mercado!.!Présteme aunque sea cinco, a ver si logro que me saquen ésta puta muela porque no aguanto más! ¿Y a donde va a ir? preguntó mamá.!Al parque Santa rosa!.lleve el niño para que le acompañe,insinuó mamá;!bueno, vístalo pero rápido!.




De nuevo la alegría para mí, aunque sentía que papá distaba mucho de estar tan predispuesto como el día aquel de la fotografía.Durante el trayecto en el bus, papá suspiraba ansioso y al llegar nos bajamos presurosos;aunque íbamos a un sitio muy cercano al parque, solo pude vislumbrar de lejos al fotógrafo y al mico con el organillero, pues papá buscó ansioso una pequeña oficina al frente de dicho parque;al llegar ,papá se detuvo a leer un pequeño cartel a la entrada, y arrugó un poco el entrecejo;el hombre que salió a nuestro encuentro tenía puesta una especie de camisa larga, blanca y le preguntó a papá:¿se va a sacar una muela?. si señor! respondió papá;¿con dolor o sin dolor? preguntó el hombre.!pues con dolor! dijo papá;no me alcanza para más!




Tan difícil de entender como el procedimiento para hacer la foto,me pareció aquello de que para poder tener los dientes en buen estado y comer, había que gastarse casi toda la plata de la comida! y admiré,tiempo después más aun a papá,que anteponía nuestro bienestar al suyo y decidía ahorrar aunque eso significara dolor fisico extra para él.Tenía yo la esperanza que quizá librarse del dolor que le atormentaba, fuera para papá tan mágico, como fué para mi verme repetido en un trozo de papel.









martes, 1 de septiembre de 2009

LOS TITULOS CON ROJO Y LO DEMÁS,CON AZUL

Sin falta,en los meses de invierno llovia;llovia casi a diario,en la tarde,entre las cuatro y las cinco.

Y tambien sin falta,luego de la lluvia,se colgaba en el firmamento el arco iris,y algunas veces hasta dos,pero el segundo de ellos con los colores invertidos,pa más piedra,como para reafirmar la vocación policromática de la ciudad;de la misma manera aparecian los hormigueros en la base de los postes de la luz y en la de las gudaduas que oficiaban de columnas de la casa.

A mi, me gustaba en esos dias,colocar un asiento junto a la ventana y, si no llovia ventiao,subirme en él y ver llover,imaginando que esas burbujas que se formaban al caer las goteras en los charcos,eran pequeños soldados marchando,y esperar tambien que los charcos se hicieran mas grandes y profundos para, al terminar la lluvia,colocar sobre sus aguas mis barcos hechos con las hojas de algún cuaderno que mis hermanas ya no usarian,y viajar,viajar a paises muy lejanos,pero no tanto como para no oir la voz de mamá informandome que ya era hora de entrarse.

Mi ciudad era todo luz y color;despues de las seis de la mañana la luz era casi insoportable,en especial los domingos y dias de fiesta;en éstos dias solía ocurrir que papá empezaba temprano a prepararnos para una salida al rio o a ver las carreras en el hipodromo,sin pagar claro,dando un rodeo que nos llevaba a los mangones adyacentes a las pistas de grama y arena,lejos de las tribunas y podíamos disfrutar entonces del paso de caballos y sus jinetes,escuchar los insultos y palabrotas de los últimos, ver las agresiones que se hacian con sus fustas.Aquí tambien los colores hacian presencia en las chaquetillas de los jinetes y en los números colgados a los caballos ;los sabados, las salidas eran a realizar alguna diligencia al centro o colocar alguna carta en el correo;de nuevo los colores del arco iris se hacian presentes,ésta vez en cada una de las rutas de buses que recorrian mi ciudad;aparecian entonces el verde San fernando,el Bretaña,,Alameda, Gris san Fernando,amarillo,rojo Crema, azul Crema,Rosado Crema ,combianciones que a su vez llenaban mi cerebro de imagenes de mentas, paletas y remataba con la vision del sol de los venados,haciendome sentir que los ojos no me alcanzaban para disfrutar tanto color y debía cerrarlos por momentos para darles un respiro.

Cuando mediaban la escuela primaria mis hermanas mayores, les autorizaban para usar lapicero en lugar del lapiz que les había acompañado desde los inicios de la aventura del aprendizaje,de hecho,aparecia en la lista de los útiles escolares;para facilitar dicho aprendizaje,el profesor correspondiente les dictaba capitulos enteros de alguno de los textos escolares,ya fuera de religión, geografia ,ciencias o civica;el resultado final era la reproducción total del texto,se pasaba éste al cuaderno;durante el proceso de dictado se les guiaba en el uso de la nueva herramienta y entonces el profesor indicaba que los titulos se escribieran con rojo y el resto del texto con azul;a profesores y directores les parecia que los cuadernos se veian realmente bien con la sola combinacion de dos colores y fué tal el exito alcanzado, su trascendencia,que los señores encargados del gobierno,de dirigir el progreso y bienestar de todos los ciudadanos,decidieron implementar el modelo de combinacion de colores en lo referente a las elecciones,los partidos y sus candidatos correspondientes,y asi apareció la ley que que obligaba a votar solo por los candidatos cuyo partido obstentara uno de los dos colores:rojo,o azul;al fin de cuentas, pensaron,la educacion era la base para un futuro de libertad y orden y demasiados colores solo traerian desorden, confusion y atraso.

Pasado algún tiempo,se decidió igualmente por los mismos señores,que nuestros buses solo debian tener un color,según explicaron,para facilitar su control y mejorar el servicio,y fué así como nuestra ciudad empezó a perder colorido en sus calles,a hacerse mustia;curiosamente,la television y los periodicos se empezaron a llenar de colores, ellos que hasta ese momento solo tenian el blanco y el negro instaurado,tanto para cuando mostraban la sangre, el agua o la leche.

Un mal sabor dejaron en miles de ciudadanos los colores perdidos,y al parecer,aunque no hay pruebas, en solidaridad con ellos,no volvieron a aparecer en el cielo los arcoiris dobles, incluso ni los sencillos,el sol de los venados muy pocas veces se recuesta ya sobre los farallones,y sin animo de suspicacias ni de meter a alguien en problemas,pero hormigueros después de los dias lluviosos,tampoco se volvieron a ver......







sábado, 1 de agosto de 2009

!A la volqueta!

Cuando sonó el pito de las diez todos corrimos como siempre,pues en éste turno el trasporte es muy dificil;luego de doce horas al pie de la máquina, no se vé la hora de estar en la casa,comer algo y acostarse para recuperar las fuerzas y enfrentar el dia siguiente.

La noche dura muy poco y en cambio el día se hace eterno;al llegar al reloj para marcar la tarjeta,ví que los compañeros se detenian junto a la caseta del vigilante y me acerqué a curiosear y averiguar que pasaba;el vigilante estaba contando que lo más seguro no encontraríamos trasporte pues habian apedreado un bus en protestas por el alza del pasaje y el ejercito estaba regado y los buses no pasaban o pasaban muy poco.

Al oir ésto, a todos se nos fué el ánimo al suelo pues sabíamos la larga caminata que nos esperaba para llegar a casa;me detuve junto con otros compañeros en el paradero con la esperanza que pasara algún bus o cualquier medio que al menos nos acercara un poco a nuestros destinos;la mayoría prefirió caminar para ir adelantando.Pasados algunos minutos,por lo menos media hora,apareció un alameda que traía gente hasta en la puerta y como pude me colgué, agarrado del espejo retrovisor y con un pie en el guardabarro,al tiempo que trataba de no perder la chuspa con el vianda y la botella pal el café;así recorrimos bastante tramo ya que el bus no paraba pues no había sitio para nadie más;estaba pensando en la suerte que había tenido,pero la alegría se acabó al llegar al cruce de la treinta y cuatro con octava pues una patrulla de soldados le indicó al chofer que parara;cuando el bus paró,nos envolvió una nube de polvo que nos llenó hasta la boca.

Nos hicieron bajar a todos,separaron a hombres y mujeres;allí estuvimos como quince minutos,ansiosos por que nos requisaran y dejaran seguir;para nuestra sorpresa, apareció un militar que parecía tener mucho mando y les dió ordenes a los subalternos;inmediatamente,unos soldados nos indicaron que debíamos subir a unas volquetas del municipio y cuando alguien se atrevió a preguntar porqué,se adelantó un militar pequeñito que parecía un duende bajo el casco y le dijo al preguntón:!a la volqueta marica, o lo subo a culata!.

Atemorizados nos subimos y nos llevaron por varias inspecciones y puestos militares pero al parecer no había donde meter más gente;luego de recorrer media ciudad nos llevaron al F2,allí en la primera y nos descargaron por la parte de atrás,junto al rio.Nos hicieron formar y numerarnos como si fueramos militares;luego apareció de nuevo el oficial,que supimos por la forma en que le llamaban los soldados, que era un teniente;éste se paró frente a nosotros y sin mediar algún gesto gritó:!sepan que de aquí voy a sacar a los hijueputas que intentaron quemar el bus!

Nosotros sentimos temor antes esa promesa,pues bien sabemos que si así lo deciden, así se hará,aun sabiendonos inocentes de todo.

Nos ordenó sentarnos en el suelo y nos preguntó:les ha quedado claro?en eso escuchamos una voz detras de nosotros que sonaba como esas personas que han sufrido un derrame cerebral,que dijo mas o menos:disculpe teniente pero yo no estoy de cuenta de la brigada sino de la policia!.Era un borracho, al parecer detenido por peleas y que estaba sentado detras de nosotros recostado a la pared;le debió pesar en el alma haber hablado;el teniente salió como un loco hacia él,pasó por encima de quienes estabamos sentados en el suelo,en su carrera y al pasar junto a mi,su rodilla o su bota me golpeó en la cara;llegó hasta el borracho y le asestó una patada en las piernas y le insultó de forma variada;en medio de la trifulca,ni me enteré que tenía reventada la ceja y que la sangre me empezaba a bajar por la cara;un hombre que estaba al lado me lo hizo saber y al ver movimiento en la formacion,un soldado se acercó para regañar por la desatención,entonces el compañero le hizo ver que estaba sangrando;el soldado reportó al teniente y éste ordenó que me curaran;me metieron para una salita y delante del teniente y otros civiles,al parecer agentes del F2,me limparon la cara y me pusieron mertiolate;el teniente me preguntó que que me había pasado? yo le contesté:usted me golpeó cuando pasó por encima de nosotros.se quedó mirandome y me dijo:qué lleva en esa chuspa?;los viandas de la comida,le contesté.Le hizo señas a un soldado para que me revisara la chuspa y sacara todo encima de un escritorio;Y ésta botella para qué?;para llevar el café del almuerzo;café del almuerzo?,pura mierda,con eso es que hacés las molotov!,quiebre esa puta botella soldado, y vos pal patio yá!.

Estuvimos la noche del viernes, el sabado y todo el domingo detenidos;algunas familiares habian logrado ubicar a unos de los detenidos y les llevaban algo de comer que pasaban por entre la malla, eso cuando el soldado de guardia lo permitía;yo miraba con ansia para ver alguien conocido que al menos me llevara una gaseosa, pero me imaginé que no tendrian oportunidad,por los niños;el compañero que comunicó que estaba yo herido, se portó muy bien y compartió lo que le llevaron durante sabado y domingo,si no,no había aguantado.

Nos soltaron hoy como a las siete de la noche,pero antes nos tomaron nombres y direcciones y las huellas;cuando salí,lo primero que hice fué ir a la fabrica a explicar lo que me había pasado.

El supervisor ni me dejó hablar casi;dijo que "con ese mismo cuento habian llegado otros tres o cuatro",que entrara mañana,pero que tuviera en cuenta que habia perdido el dominical,el sabado y el lunes y que agradecieramos que no nos aplicaban abandono de trabajo.O sea mija, que ésta semana no vamos a poder pagar todo en la tienda!.Bueno, ya hablaré con don Arturo a ver como arreglamos!.

Ésto lo contó mi papá a mi mamá y nosotros,que habíamos pasado tres dias de angustia sin saber que había pasado con él;mi mamá con la doble angustia de no tener medios para moverse pues ademas de la falta de plata,no se atrevía a dejarnos solos.

Mi mamá se dirigió a mi hermana mayor y le pidió:mija, coja la bomba y heche el fli pa los zancudos,y acuestense que mañana tienen que ir a la escuela!.

Yo me acosté y desde la cama escuché a mi papá dirigirse a mamá:!mija, búsqueme otra botella pal café de mañana! y a mamá responder:!humn,creo que solo hay una de limpido vacia!.!. !yo la lavo con jabón y agua hervida,pero sin el cafesito no me voy! respondió papá.

Me subí la colcha hasta el cuello,me voltié pal rincón y mientras me disponía a dormir, pensé que !ya no me gustaría ser soldado cuando grande!.







jueves, 2 de julio de 2009

Martinez,el profe, y las cucarachas.


A mi,nunca me gustó lo que le hicieron a Martinez;Martinez era uno de mis compañeros de pupitre,cuando los pupitres eran para tres y ésto, ademas de crear el ambiente para las peleas y otros incovenientes,nos preparaba para compartir y ser solidarios,hasta que en busca de la comodidad,fueron separando a los alumnos y preparandoles para asumir su propiedad privada:los pupitres individuales.
Todos conocíamos la debilidad de Martinez ante la presencia de una cucaracha,asi ésta estuviera muerta;si se la lanzábamos,gritaba como un loco y se limpiaba compulsivamente brazos y cuerpo en general y nosotros le decíamos que era un exagerado y que hacía puro teatro;otras veces, se le escondía dentro de algún cuaderno o texto, en la página que se estaba estudiando en el día,mientras regresaba del baño o volvía al puesto luego de una salida al tablero.
Precisamente,un día de esos,al regresar al pupitre,como le tocaba en el medio,entre Rojas y yo,me puse en pie para que entrara y luego de sentarse y abrir el libro de religión,pegó un grito y un salto que hizo reir a toda la clase, menos al profe Castillo,quien era uno de los más rígidos profesores de que se tenga noticia.
El profesor le hizo salir hasta situarse frente al tablero y le recriminó su actitud salvaje;Martinez le explicó entre lágrimas y sollozos la causa de su reacción;la actitud tomada por el profe Castillo fué la más equivocada para mí,aún en esas épocas en las que los adultos jamás se equivocaban.
Pidió que le acercaran la cucaracha,la tomó entre dos de sus dedos y se la enseño a Martinez quien empezó a dar pequeños gritos,reprimidos ante la presencia del rígido profesor;se la acercaba mientras le exigia que comprendiera que era una tontería tener miedo ante una cucaracha muerta.Martinez seguía gimiendo y reculando, hasta que no tuvo más para donde hacerlo;cuando el profesor trato de hacerle coger la cucaracha a la fuerza,lleno de terror, como si un gran monstruo lo fuese a atacar,Martinez le asestó una patada en los guevos al profe Castillo,que se dobló con las manos entre sus piernas,como si luchara contra un enemigo poderoso ,que tuviese preso entre ellas.
A Martines lo expulsaron.A nadie preguntaron pormenores sobre su actitud ante esos bichos;sus padres tampoco argumentaron nada a su favor;asumieron, como se estilaba entonces,que su hijo había cometido una falta gravísima que ameritaba su expulsión.
Martinez y yo siempre fuimos "panas";Rojas,el otro habitante de nuestra propiedad, el pupitre pà tres,no la iva con él,le gustaba prestarse para hacerle las bromas y eso hacía que yo tampoco apreciara mucho su amistad.
En una charla informal, de esas entre niños que se aprecian,un domingo al terminar la misa obligatoría en la escuela,mientras caminábamos rumbo a casa, me había contado el porqué de su temor a las cucarachas.
Su papá ,se ganaba la vida arreglando zapatos en la casa de inquilinato donde vivian;cuando el viejo viajaba al centro a comprar carnaza,niolite,pegante y puntillas,lo llevaba a él para que conociera los sitios donde daban barato y hasta le fiaban,así cuando fuese necesario podría evitarle el viaje personal;cuando aprendió el trayecto,ya su padre no volvió a ir al centro, siempre le mandaba a él, a Martinez.Me contaba que le gustaba hacerlo;coger el bus,el rosado crema que lo dejaba en la novena con catorce,precisamente donde estaban las ventas de los insumos buscados y ademas, ésto fué a nivel de secreto,muy secreto,en la novena,cuando pasaba frente a las puertas de los edificios,escuchaba que silvaban y al mirar para adentro veía cosas que le hacian saltar el corazón,llenarse de fatiga aunque acabara de desayunar y ademas invertir más tiempo del necesario para hacer sus mandados:unas señoras,sentadas en las gradas de los edificos,con las piernas entreabiertas y sin calzones;ellas silvaban para los hombres adultos que pasaban frente a los edificios,pero él lo descubrió accidentalmente y le gustó.
Una vez se detuvo para "fijar" la vista y las mujeres aquellas y los transeuntes le apuraron para que se alejara de ahí;él siempre esperaba ansioso el día de ir a hacer ese mandado,y antes y después de comprar lo encargado, se daba varias vueltas por la novena para sentir los latidos apremiantes del corazón y otros sitios de su cuerpo que ya empezaban a dar señales de tener vida propia.
Un día de esos de compras,Martinez se detuvo no ante las puertas de los edificios de la novena sino frente a unos ranchos de madera en la diez con catorce;eran unos ranchos de maderas grises de tanta agua y sol recibidos;al rededor de los ranchos habian unos obreros y una máquinas,según comentaban los curiosos para empezar a derrumbarlos.
Como todo niño curioso,esperó hasta el final y lo más cerca posible, el espéctaculo de ver caer esos ranchos de hasta dos plantas, que hacían parte del sitio llamado El calvario.
Con una chuspa de papel en la mano, donde tenía los elementos comprados,observó como las máquinas empezaron a tirar de las bases de los ranchos hasta hacerles caer como en camara lenta;los ranchos se desplomaron con estrépito y a la par con una gran polvareda,una nube inmensa de animalitos, que Martinez confundió inicialmente con mariposas,le envolvieron a él y su chuspa;pronto comprendió con horror que no eran mariposas,eran miles y miles de cucarachas que se prendieron a su pelo,que cubrieron sus brazos, la chuspa,que se metieron por entre su camisa, sus pantalones.Contaba que corrió, gritó ,lloró,se cayó ,mientras escupía cucarachas y trataba de quitarlas de su cuerpo;alguna persona le ayudó a recuperarse pero no pudo recuperar la chuspa con el encargo;en casa, recibió castigo por desobediente, por hacer cosas que no le habían pedido,por haber perdido el capital de su papá.
A partir de ese día,jamas le volvieron a mandar por cosas a la novena,y aunque añoraba y deseaba volver a pasar por frente a los edificos donde las señoras silvaban para que los transeuntes voltearan a mirar lo que ellas ofrecian,prefería renunciar a ver eso, antes que volver a ver y sentir cucarachas hasta en la boca.Por ésto y más,no me gustó lo que le hicieron a Martinez.

lunes, 1 de junio de 2009

Sabados de cine


Durante los últimos dias de la semana,había observado como mi papá y don Francisco se hacian en el andén a conversar,luego entraban a la casa de él o a la nuestra y señalaban las paredes y hasta median algunos tramos.
Para mi, algo estaba pasando o estaba a punto de pasar;Llegué a pensar que quizá planeaban cambiar las paredes que aun eran de esterilla para empalmarlas con las del patio que empezaban a ser de ladrillo.Como habia poco o ningún dinero,casi todos los vecinos,al menos aquellos que tenian la fortuna de un trabajo algo estable,iban cambiando su rancho de esterillas y guaduas paso a paso,lentamente y sin apuro,como habian aprendido a hacerlo todo,educados por las dificultades,quienes les marcaban los tiempos de la realizacion de sus sueños.
En casa de don Francisco, ya habia un salon con paredes de ladrillo,quizá por eso después de varias entradas y salidas a ambas casas,parecieron tomar una decisión y hasta el día sabado en la mañana no se volvieron a reunir.
Un poco antes del medio dia de aquel sábado,mi papá preparó en el patio,dentro de una caneca cortada por la mitad,una mezcla de cal y agua ,la cual revolvió muy bien y condimentó con rodajas de limón,como preparando una pócima mágica.Luego se trasladó a casa de don Francisco con su preparado y empezó a aplicar su menjurje sobre un gran tramo de la pared valiendose de una especie de brocha echa de cabuya,un isopo.
Luego de cubrir casi media pared y esperar un par de horas,una segunda pasada con el preparado,me mostró una vez más,que papá era el único ser capaz de superar a los heroes de mis lecturas infantiles,el único que tenía suficiente poder para hacer aparecer en nuestra casa el alimento diario,nuestro calzado,nuestros cuadernos valiendose solo de sus manos y para trasformar una insípida pared cubierta de cemento en una reluciente y deslumbrante pantalla para cine;si, porque al llegar la tarde,don Francisco se apareció con un cargamento de enseres que empezó a organizar hasta dar forma a una maquina que tenía en sus extremos anterior y posterior unas como ruedas de carro con radios concentricos y entre dichos extremos,una cavidad con una bombilla que emitia una potente luz:una proyetora de cine.
Como testigo privilegiado,observé como don Francisco a la vez que colocaba piezas y ejecutaba movimientos,explicaba a papá la mecánica de la proyección.Al echarla a andar,se escuchaba un zumbido monotono, y sobre la blanca pared-obra maestra de papá- apareció un recuadro extrañamente amarillento y una figuras de personas que ivan y venian como con demasiada prisa para mi parecer.
Luego de las pruebas,mi papá y don Francisco se encargaron de informar a algunos vecinos que en casa de éste último se presentaría cine,más que nada para los niños.
Al llegar la noche,a casa de don Francisco se empezó a acercar tanta gente, que su esposa, misia Adalgiza-poco amiga de tanto niño junto-empezó a renegar y reclamar a su esposo por su ocurrencia de !dar cine en su casa!.
La pequeña sala se llenó a tope,la ventana, la puerta no soportaban más presión y hasta silbidos se escuchaban,reclamando por la demora en el incio de la función.De nuevo cobijado por las influencias,yo estaba sentado justo en frente de la pantalla,en el suelo rodeado de otros niños y adultos que se habian dado prisa en llegar primero.Don Francisco apagó la luz de la sala dando incio a la funcion:se nos presentaron por primera vez las aventuras del gordo y el flaco,con sus caidas, golpes y demas acciones que nos hacian reir con gusto tanto a los niños como a los adultos.No se hicieron esperar las protestas porque no se escuchaban las voces de los actores y don Francisco se desgañitaba tratando de explicar a una muchedumbre enardecida, que la pelicula era muda.Para rematar,cada que se terminaba un rollo,los murmullos de reclamo no se hacian esperar y entonces misia Adalgiza,aconsejada por el calor encerrado en la sala de su casa,el ladrido agobiante de sus perros amarrados en el patio y su reticencia a la compañia de niños,se despachaba a gusto, increpando a sus forzados huespedes, su mala educacion y su desverguenza porque ademas de gratis el espectaculo lo querian bueno y bonito.
Esa noche inaugural en medio de calores, silbidos, ladridos, reclamos y demas accesorios,yo me sentí feliz, como quizá muchos otros de haber descubierto ese mundo donde las personas realizaban funciones como las nuestras, y despues de alegrarnos nuestras vidas,se recogian para descansar juiciosos , en silencio y obedientes dentro de los rollos de cinta negra que don Francisco metía a su vez en unas cajas circulares de metal gris y las cerraba, tal vez para evitar que algún rebelde intentara escapar.
A raiz de los "disturbios" presentados por la incapacidad de la sala habilitada por don Francisco y mi papá, al sabado siguiente se adecuó con la ayuda esta vez de otros vecinos,la pared exterior de la casa de la esquina, cuyo dueño accedió a que le blanquearan un buen trozo para oficiar de telón,con la condición que cuando fuera él a repellar le ayudaran a picar esa porción de pared, pues según decía, el cemento del repello no pegaría sobre el ladrillo blanqueado;el acuerdo se hizo,se adjuntaron las cuerdas para llevar energía hasta la calle y conectar la proyectora y el nuevo teatro quedó listo para su segunda gran función.Misiá Adalgiza se mostró satisfecha,dejó de darle cantaleta al pobre de don Francisco, y le indicó que hasta sus perros estaban contentos de que se sacara toda esa caterva de vagos de su casa.
El sabado siguiente el clima en la sala publica era otro;el publico se atrevió hasta llevar asientos y los colocaron delante y no faltó algún acomedido muchacho que se subió al poste a aflojar la bombilla para crear el ambiente de penumbra tan imprecindible en toda buena sala de cine.
Mientras disfutábamos de las aventuras del gordo y el flaco,la sala se mostró algo apatica,y entonces don Francisco,con una sonrisa de presagio de triunfo,sacó otros rollos y los instaló:apareció entonces la figura de un hombrecillo con baston,sombrero como de mago y un pequeñisimo bigote bajo su nariz:acabábamos de conocer al inigualable Charlot, a Charles Chaplin,que nos embrujaría para siempre y nos acompañaría incluso hasta nuestra vida adulta con su talento y peculiar forma de hacer reir.Era tal su magia,que alguna noche vimos acercarse sigilosa hasta la sala publica a misia Adalgiza,que haciendose la disimulada,como quien no quería la cosa,acudía al llamado ineludible de la risa y la alegría.
Luego de muchas funciones que luego incluyeron peliculas de vaqueros y vampiros,don Francisco anunció al final de una de ellas, que debía entregar la máquina a su dueño,quien había regresado de unas vacaciones en su pais de origen:era uno de sus jefes,un hombre extranjero amante del cine y su difusión.
La cuadra volvió a su rutina, a su lucha diaria por la consecusion de la subsistencia,pero con nuevo aliciente,con una nueva conciencia de la alegría,de la felicidad,con la satisfación de haber conocido un poco más de los sueños, de la magia,que para ellos no eran tan ajenos y de la manos de un hombre,que aunque no tenía hijos,era uno de los mejores padres del mundo,siempre pensando en la felicidad y la alegría de los niños.,!un padre de pelicula!

viernes, 1 de mayo de 2009

Al sun sun de la calavera...

Era una casa completamente distinta a las tantas que había conocido en nuestra vida nómada de alquiler en alquiler.
Tenía el patio situado al frente y la entrada a un costado;era por lo tanto más iluminada,sin esa oscuridad del corredor profundo que desembocaba al patio,no ,aquí era todo lo contrario,del patio se llegaba a la cocina y piezas a traves del corredor.El piso del patio tenía una leve capa de cemento, como si hubiesen vertido sobre él esa mezcla que resulta de lavar utensilios usados en la construcción:una carreta, palustres, reglas y demás;en un costado,un pequeño árbol de guayaba donde colocábamos un columpio,armábamos una imaginaria choza, un fuerte para combatir a los indios o torres y alcázares para repeler piratas.
Diferentes eran tambien sus habitantes;igual de pobres pero solo ocupaban tres cuartos;en uno de ellos una pareja que no tenía niños donde el frustrado padre era camionero;en la otra una pareja y dos hijos,un niño y una niña.En nuestro hogar existía ya otro hermanito,un par de años menor.
Transcurrieron quizá un par de años más, empleados en jugar,como era nuestra obligación infantil;en nuestros juegos involucrabamos sin esfuerzo a la niña hermana de nuestro vecino de cuarto;ella, sin soltar una vieja muñeca,correteaba junto a nosotros durante los combates con nuestros enemigos que jamás nos daban tregua,no tenía ella otra opción pues no había otra congenere que le acompañara a bañar, vestir y educar a su muñeca.Fieles a nuestra conciencia heredada de los ejemplos,la destinabamos a ser la muerta en las batallas,la prisionera o la que recogía la pelota cuando la lanzábamos fuera del sitio de juego.
Un día cualquiera,mi hermano amaneció con malestares acompañados de vómitos y diarrea que mamá se apresuró a combatir con remedios caseros que poco efecto surtieron;luego de un par de días durante los cuales las vecinas aconsejaron a mamá y papá que llevaran a mi hermano donde la señora que curaba el ojo en el barrio la isla,mi padre tomó la decisión de llevarlo al hospital departamental.Allí los médicos ordenaron no darle comida,mucho menos leche-cosa inutil pues nunca la bebiamos- además de suministrarle algun medicamento.
Los días pasaban y mi hermano no mostraba mejoría;papá y mamá acudían casi a diario al hospital y reclamaban otra acción de los médicos pero ellos se limitaban a decir que había que esperar la reacción.Un día empeoró la salud del niño y decidieron dejarle hospitalizado;al día siguiente mi padre salió temprano hacia el hospital a enterarse del estado de su hijo.Transcurrió la mañana, la tarde y la preocupación de mamá era evidente.A eso de las seis de la tarde, papá llegó en un carro cargando un paquete grande envuelto en unas sábanas de color blanco.Cuándo mamá le vió cayó desmayada con un grito,las vecinas corrieron a levantarla,mis hermanas sollozaban temerosas y yo, pasaba mi mano de arriba a abajo sobre una de las calzonarias que aún sostenian mi pantalón,sin comprender plenamente lo que sucedía.
Papá entró a la pieza y colocó el paquete sobre la cama e inclinado sobre él, se extremecía acompasadamente mientras las lágrimas humedecian las sábanas que envolvian el cuerpo de mi hermano.
Al poco rato,mientras mamá lloraba desconsolada junto al cuerpo de mi hermano,una tía llegó para encargarse de nosotros mientras papá salía buscar los medios para conseguir la atención de una funeraria.después de una horas llegó el servicio,colocaron el cuerpo de mi hermano en un pequeño ataud de color azul con angelitos blancos pintados en sus costados.Sobre cuatro barras de madera acomodaron el ataud y entonces papá nos abrazó a mis hermanas y a mí y luego se dedicó a consolar a mamá y organizar el velorio,aunque algunas vecinas llegadas de las casas vecinas decian que no era necesario pues era un niño, un ángel y no precisaba las mismas ceremonias de los viejos.
Esa noche, hasta muy tarde vi llorar a mamá sin consuelo,así como a la abuela y otros familiares;seguramente cansado, me quedé dormido.
A la mañana siguiente papá volvió a ausentarse muchas horas mientras mamá recibía continuamente bebidas de plantas para calmar su llanto y lograr serenarse.En la tarde,un bus alameda se cuadró en frente de la casa y se llenó con vecinos y familiares dispuestos a acompañarnos hasta el cementerio.Envuelto aun en una extraña nebulosa,me acomodaron en un puesto del bus junto a la ventanilla.Delante del bus,una pequeña carroza con el ataud emprendió la marcha;al poco rato llegamos frente al cementerio central y papá se bajó y luego de algunos minutos de ir y venir el cortejo salió de ese cementerio y emprendió un recorrido largo que me permitió ver partes de mi ciudad que yo no conocía.Embrujado por la novedad no me percataba de la magnitud de nuestra tragedia.Solo al llegar al cementerio que quedaba muy lejos de nuestra casa y frente a lo que a mí me pareció una inmensa montaña llena de casitas sobre una tierra colorada,volví a sentir esa desazón,ese vacio en el estomago incomprensible para mí.
Durante el entierro,viendo llorar a mamá hasta caer desmayada de nuevo,empecé a llorar al experimentar un miedo que nunca antes,ni siquiera al enfrentar al más malvado de los piratas había sentido.
Pasados unos días del entierro de mi hermano,al volver a iniciar nuestros juegos,las cosas no funcionaban igual;en mitad de alguna batalla,me quedaba como alelado,con la mente en blanco y me retiraba a mi pieza o me iba hasta la cocina o el lavadero a buscar a mamá y abrazrme a sus piernas,haciendo sus labores más dispendiosas con mi actitud, que se sumaba al continuo llanto suyo.
Pasados algunos meses,escuché a mamá decirle a nuestro padre que quería cambiar de pieza,buscar otra en alguna casa que estuviera ojalá lejos de esa.No soportaba, decía, los continuos recuerdos que le asaltaban desde cualquier rincón de la casa, o desde el patio donde acostumbrabamos jugar;le parecía oir sus gritos durante nuestros juegos o su llanto al caerse o pelearse con alguno de nosotros.
Papá accedió comprensivo y empezó a buscar otro lugar donde trasladarnos.Unos días después le informó a mamá que ya tenia una nueva pieza alquilada y que el día sabado nos trastearíamos.
Llegado el sábado,papá se apareció con una carretilla donde pronto estuvo acomodado nuestro chivo que estaba solo conformado por las camas,un armario,la estufa de petroleo, algunas bancas de madera y la infaltable reja de madera para colocar en la puerta de la futura pieza.
Cuando todo estuvo listo,mi papá se sentó en el pescante junto al carretillero y mi mamá;mis hermanas un poco al centro sobre los colchones y yo, al borde de la carretilla, balanceando mis piernas.Desde la puerta de la casa,las vecinas nos despedian con los deseos de buena suerte y la promesa de visitarnos algún día.La pareja de niños compañeros de juegos y yo,nos mirábamos sonrientes,empezando sin ser concientes de ello, a forjar nuestros pequeños cuerpos y nuestros espiritus para el largo camino de los adioses y las ausencias.
Pasadas casi cuatro décadas,aun sorprendía a mamá llorando en silencio mientras realizaba alguna labor cotidiana;en una de esas ocaciones mientras le abrazaba, me preguntó si le acompañaba a buscar aquella casa;me hizo prometerle que fuera un secreto entre los dos y así fué.
Nada quedaba de ella;ahora era una moderna casa de dos plantas,de ventanales con vidrios espejo y rejas;el patio construido totalmente , albergaba un local con un taller de mecanica automotriz,donde el continuo ruido de los martillos sobre las laminas y partes de los vehiculos,las risas y bromas de los mecanicos, impedian a sus moradores escuchar los gritos las voces y los llantos de los niños que una vez jugaron allí.

miércoles, 1 de abril de 2009

SUR

Mi papá era aficionado a los tangos, a los boleros antillanos.Siempre que se encontraba en casa,mientras realizaba alguna labor para mejorar nuestra vivienda,tarareaba alguna de éstas melodías. Debía conformarse con tararearlas pues solo teníamos un pequeño radio en casa,que usaba más para escuchar emisoras lejanas,soñando quizá con esos países desde donde emitían sus ondas. Una emisora empezó a llamar especialmente su atención por los años en que yo debería empezar mi estudio de la primaria.Se llamaba Radio Habana Cuba.En las noches,se quedaba hasta muy tarde, moviendo los botones,colocando antenas rudimentarias y mal diciendo en voz baja ante las infinitas interferencias que le impedían escuchar con claridad. Desde mi cama,escuchaba a mi mamá sugerirle que "no luchara tanto con ese tiesto" y que mejor se fuera a descansar,que al otro día debía madrugar.Él continuaba su lucha y mientras los demás dormían,lograba al final,después de la media noche escuchar las arengas y discursos de los jefes de una llamada revolución,que según decían, había logrado que los "pobres y los obreros gobernaran una nación. Los fines de semana y de forma un poco misteriosa, mi papá le contaba a su vecino don Francisco,las cosas que había logrado escuchar sobre la revolución de Cuba;unos y otros daban su opinión sobre lo que parecía estar ocurriendo en aquel lejano país,del que antes les habían llegado los boleros de los matamoros,beny Moré y los danzones del septeto nacional.Sus comentarios eran por regla general favorables a aquel movimiento,que parecía hacer realidad sus sueños de trabajos mejor remunerados,de ser tratados con más respeto como ciudadanos,de no ser objeto de la discriminación de los ciudadanos de la alta sociedad,en últimas,de no ser menospreciados por su condición de trabajadores humildes. En el apogeo de sus sueños, una noche mi papá se topó en el dial con una emisora que entraba con una claridad extraordinaria,que opocaba en gran medida las emisiones de Radio Habana.Para lograr alguna posibilidad de escucha, debía mover el dial con la delicadeza de un relojero,unas milésimas tan solo.La radio intrusa se identificaba como La voz de los estados unidos de América!.Mi papá no dudó en comunicar la nueva noticia a sus vecinos más intimos.Todos coincidían en "que algo bueno debía de estar pasando en Cuba" desde que los gringos trataban de callar a Radio habana.La competencia entre las emisoras era cada día mas fuerte y así mientras desde Cuba se anunciaba la trasmisión "desde el territorio libre de América",desde Miami se referían a Cuba como "el infierno verde de América". Así transcurrían los días,mientras yo estudiaba en casa pues en la escuela no lograron un cupo para mi;mi papá antes de irse al trabajo,me dejaba con mamá, un cuaderno donde tenía ya programadas las tareas de sumas, restas de palitos y ejercicios para aprender a escribir.Los fines de semana,durante las mañanas,me tomaba las lecciones y revisaba mis operaciones. Un día cualquiera, mi papá llegó con una caja en sus manos y una felicidad en su rostro que a mi mamá le causó mucha gracia;¿Fue que le aumentaron el sueldo o qué? !Pues casi mija!.Empezó a destapar la caja, mientras mamá,mis hermanos y yo nos empujábamos para ver lo que había dentro;de entre unos cartones emergió un paquete con algunas piezas que a nosotros no nos aportaban ninguna claridad.Papá las colocó sobre una mesa y empezó a unirlas con algunos tornillos y muy pronto nos anunció su adquisición:!un toca discos automático! La alegría del viejo contrastaba con la cara seria e inexpresiva de mamá;-y eso cuanto vale? le preguntó a papá.El viejo se extendió en explicaciones con las que logró calmar a mamá.Un jefe suyo,contó papa,de esos que venían de un país de Europa,le había regalado el toca discos pues conocía su gusto por la música,y porque se trasteaba a una casa que la fabrica le había asignado en un barrio elegante y se estaba deshaciendo de muchas cosas. A partir de ese día,las emisiones de Radio habana y la Voz de los estados unidos, pasaron a segundo plano pues papá empezó a desempolvar viejos discos de 78 rpm que la abuela le había regalado alguna vez,heredados de no se que familiar.Ahora los fines de semana,papá, muy temprano,enchufaba las bananas del toca discos al viejo radio y llenaba la casa con los boleros de Olga Chorens,María Luisa Landin, Toña la negra,carmen delia dipini,beny Moré,además de los tangos de gardel,pepe aguirre,edmundo rivero y muchos más. Esos mismos fines de semana.mientras yo sumaba y restaba palitos y entrelazaba círculos para "soltar la mano",mi hermana mayor aprovechaba un tiempo del radio y mientras trapeaba la pequeña sala de casa,daba rienda suelta a un extraño gusto:escuchaba una emisora donde emitían "música de los grandes maestros",sonidos que le hacían blanco de la burla y bromas pesadas de un vecino,el cual tenia todas las trazas de no haber escuchado en su vida siquiera una canción de cuna o el canto de un chamón o un garrapatero. Algunos años pasaron, y un día muy triste escuché que la abuela,madre de papá,tenía una enfermedad que era sinónimo de muerte:cancer. Luego de algunos meses,una mañana, una prima trajo la triste noticia que la abuela había muerto.El viejo recibió el abrazo de mi prima,acarició mi cabeza,abrazó a mamá y se dispuso a arreglarse para ir hasta la casa de la abuela.Todo lo hizo en silencio.Entró al baño y estuvo en él un largo tiempo;al salir sus ojos estaban enrojecidos,comprendí que había llorado mucho. A la semana siguiente del entierro de la abuela y luego de finalizada la novena,mi papá recogió todos los discos con la música regalada por ella,los guardó en una caja junto al toca discos, y la metió bajo la cama.Allí esperarían mi adolescencia,durante la cual,el viejo ,observando mi gusto por la música,me los entregaría casi como una herencia,que representaba ante todo el amor y el recuerdo de la abuela,de quien había heredado el gusto por los boleros y los tangos y entre todos ellos uno especial:sur.

domingo, 1 de marzo de 2009

Zurdo


Crecimos en el mismo barrio, separados por tan solo una calle y diferentes toques de la suerte. Cuando estábamos a punto de finalizar la primaria,don Arquimedes, uno de los vecinos mayores,tuvo la idea feliz de formar un equipo de fútbol con los niños entre diez y doce años.Luego de reuniones y propuestas se diseñó el uniforme, se escogió el nombre del equipo y se logró el compromiso de la mayoría de padres de hacerle el uniforme a cada niño.





Tener el equipo completamente uniformado,conseguir un balón fue tarea titánica y lenta debido a las condiciones económicas de cada familia;pero la ilusión había calado hondo en padres e hijos.Luego empezamos a entrenar juiciosos, nos levantábamos a las cuatro de la mañana y acompañados de don Arquimedes praticábamos hasta antes de las seis, hora en que debíamos prepararnos para la escuela.Al empezar a competir en partidos amistosos por las diferentes canchas de polvo y barro de diferentes sitios de la ciudad,empezamos a destacarnos el Zurdo y yo en la habilidad y talento para hacer y deshacer con un balón.
Cómo era de esperarse,zurdo iba por la izquierda mientras yo era el medio campista que se juntaba a él para con nuestras invenciones superar con facilidad a los contrarios;la dupla de "goyo" y "el zurdo" empezó a ser conocida por los arrabales y su papá y el mio sacaban pecho cuando alguien en la calle les preguntaban si ellos eran los papás de esa pareja.De Alfonso Lopez a Melendez, de villanueva al guabal nos paseamos orgullosos.Una vez,don Arquimedes nos anunció que estábamos invitados para jugar un partido contra un equipo de un barrio "alto" y nos hizo un par de reuniones para "lavarnos el cerebro" con respecto a como debería ser nuestro comportamiento en esa ocasión.Entre una y otras nos recomendó cien veces moderar nuestro vocabulario,que nada de palabrotas y groserías pues ellos estaban ilusionados con su equipo y al igual que a nosotros sus padres les acompañaban a cada partido y no quería que quedaramos mal.



































El día señalado llegó.El barrio en mención se llamaba "tequendama" y al equipo lo dirigía un señor,que según nos dijo nuestro entrenador,era una antigua gloria del fútbol de la costa.
Nosotros cumplimos con las recomendaciones del entrenador,juiciositos y sin groserias les metimos nueve a uno, a unos niños de piel rosadita,guayos y uniformes nuevos y padres muy atentos que a cada rato los rociaban con aguita pues el sol de las once de la mañana los tenía al borde de la insolación;para nosotros, ese mismo sol era viejo conocido,acompañante de nuestras recogidas de agua en la pila,de jornadas de cauchera en los mangones y solo estaba "viéndonos jugar".
Don Arquimedes estaba avergonzado y se disculpó con los padres y entrenador de los contrarios;nosotros no entendíamos porqué y entonces camino al barrio nos explicó que al entrenador los padres le pagaban un dinero por preparar y dirigir a sus hijos y que le habíamos hecho quedar en ridículo.Nosotros ,claro está,no entendíamos de diplomacia,solo sabíamos jugar.





Al terminar la primaria,a don Arquimedes se le murió la esposa y en busca de calmar su soledad y tristeza,se dedicó a beber y farrear en la 20 y el equipo se acabó.Yo presenté pruebas en santa librada buscando un cupo para el bachillerato y zurdo consiguió trabajo en una distribuidora del barrio vendiendo periódicos.





Así,nos cruzábamos temprano en la mañana,como cuando íbamos a entrenar,ésta vez, uno para el colegio y el otro vendiendo el periódico.Al cruzarnos,el siempre estaba contando la plata de la venta o acomodando los periódicos en su cabeza y nos saludábamos cordiales:!quiubo zurdo!, !entonces qué goyo!





Un día me detuvo y me contó que estaba jugando en un equipo de un barrio atrás del batallon y me dijo que si quería jugar que el hablaba con el entrenador, y así empezamos de nuevo a jugar juntos durante algún tiempo;durante este tiempo le sorprendí tras algún árbol fumando mariguana en compañias que los dos sabíamos cuan peligrosas eran pues varias veces tuvimos que "frentiarlos" para lograr su respeto.





Nos separamos de nuevo cuando el colegio se preparó para los intercolegiados de fútbol y fui incluido en la selección y me dediqué con fuerza a alistarme.Ya deslumbraba,sin falsas modestias,en los diferentes partidos interclases y en los del recreo.Zurdo por su parte empezó a meterse en problemas de robos menores y a quedarse con la plata de la venta de periódicos lo que hizo que cada vez le facilitaran menos su trabajo.




El torneo intercolegiado me sirvió mucho para comprobar por comentarios de algunas personas,que tenía talento para el fútbol y me hizo soñar con algún día ser profesional.Jugamos de forma especial y ganábamos a casi todo rival a saber:San Luis,Claret,Lacordaire,Cesar Conto y algunos más hasta llegar a la final con el Colegio Mayor de Yumbo al que vencimos en la cancha del limonar, la del deportivo cali;fue tal el espectáculo en esa final, que se rumoró que muy posiblemente cuatro de los integrantes del equipo recibiríamos una oportunidad para probarnos con el Cali.Fue "el sueño de una noche de verano" que me llenó de alegría, pero quedó en eso:en un sueño lindo.




Con toda la ilusión, busqué afanosamente a Zurdo para contarle la buena nueva;a los pocos días de buscarle,mientras caminaba por la avenida principal del barrio,observé una montonera junto a una radio patrulla de la policía.En medio de todo se encontraba el cuerpo de uno de los muchachos que se ganaban o perdían la vida con el cuchillo.Los comentarios me informaron de todo:"viejo Goyo, su pana, el Zurdo, lo apuñaló"




Le llevaron primero a una correccional,de esas que no sirven para corregir,luego le pasaron a Villanueva,donde nada cambiaba.Durante su estadía me comunicaba con su mamá o papá para saber como estaba.Un día, entre lágrimas, su mamá me contó !que casi matan a su muchacho!




Otro recluso intentó violarlo,Zurdo se enfrentó sin armas a un cuchillo lleno de odio;sufrió múltiples cortadas en manos y brazos,pero le quitó el puñal al otro y le hirió con el mismo;más castigo recibió por su acción,más humillacion y sufrimiento para la familia.




Pasó el tiempo,que por fortuna no se detiene.Zurdo salió y nos volvimos a ver de vez en cuando.Consiguió trabajo y empezó una metamorfosis inesperada.Se matriculó en el nocturno de un colegio para hacer su bachillerato.De vez en cuando acudía a mi por algún libro,por alguna aclaración para resolver un problema y para hablar de cuándo volveríamos a jugar juntos en algún equipo.




A los pocos años terminó el famosos "bachillerato acelerado", había progresado, se había comprado una moto y conseguido una bonita novia;yo me marché al extranjero.Durante un regreso,mientras conversaba bajo el palo de mango del anden de misiá Teresa,se acercó en su moto, con la ahora su esposa en la parrilla y luego de los consabidos saludos y presentaciones,los comentarios de los amigos sobre la nueva reunión de la pareja de antiguos "crack`s",Zurdo me comentó que quería hacerme una propuesta.Consistía en que aceptara ser el padrino de su último niño al que pensaba bautizar proximamente:Traté de explicarle lo importante que era esa decisión y entonces su esposa interrumpió y dijo:Mire Goyo,la ha pensado tanto, que me tiene cardiaca pidiendome que le pidamos a usted ser el padrino y además que le pongamos su nombre al niño!




Me quedé sin palabras y cuando atiné a decir:!te vas a tirar el pelao! y me contestó:no viejo,yo se que no! obedeciendo a un instinto, sin más palabras, nos dimos un abrazo,un abrazo en el que estaban guardados todos los recuerdos de tiempos pasados, de momentos vividos en las calles festivas en el día y tenebrosas en sus noches de nuestro barrio,todos los partidos de fútbol en calles y canchas,todas las peleas,todas nuestras gambetas a la vida, todos nuestros quites a la muerte;sí, sería el padrino de ese niño,asistiría a mi segundo bautizo,valía la pena,por la vida y lo vivido.