domingo, 10 de noviembre de 2013

El amor de dos hermanos

En la isla de Gran Canaria,una de las mas grandes islas del archipiélago español en el Atlántico,en su capital,Las Palmas de Gran Canaria,existe una pequeña península al norte de la ciudad que alberga junto con el Puerto de La luz,un barrio de pescadores y obreros llamado La isleta.Es un pequeño barrio situado en la colina que desciende despacio hasta el mismo puerto.
Es un barrio de calles estrechas, entre las cuales se pueden encontrar pequeños y acogedores bares, refugio de propios y marineros  llegados de variadas latitudes.A un pequeño bar de estos entré una tarde de viernes,cansado de deambular por el parque Santa Catalina y los alrededores del puerto,buscando una habitación en alquiler, que me habían indicado se podía conseguir por precios cómodos.
El bar tenía al fondo una pequeña sala,como un área reservada;su propietario,un árabe,que como siempre,no me atrevería a asegurar de que país,se me acercó, saludó.. amable:!Hola mucho gusto,soy Bashir,bienvenido!.Respondí a su saludo y le pedí que me "pusiera" una cerveza.Mientras me servía,sonreía y me informaba:dentro de poco vendrán paisanos tuyos,si quieres puedes pasar al fondo,ellos siempre se reunen allí.Paisanos mios,pregunté,con algo de sorpresa,asumiendo que él sabría que era colombiano.Si, me dijo, porque tu eres sur americano verdad?,a lo que respondí que sí,de Colombia.Ah,perdón,es que uno asume que sois todos de un mismo país,en realidad ellos son de Bolivia y uno de Brasil,perdona,repetía con esa extraña amabilidad de los árabes,amabilidad que alguno, alguna vez confundió con sumisión o temor y se llevó tremendo chasco ante la explosión de violencia,cuando son ofendidos,como casi todo el mundo, pienso yo.
Le disculpé a la vez que le explicaba que igual nos sucedía a muchos,que creíamos que todo árabe es de marruecos,o como los colombianos que a todos les decíamos Turcos.
Bashir me contó entonces que era d Túnez,que estaba en España desde hacía como diez años y siempre en las Palmas y siempre en la Isleta.Charlamos un buen rato aprovechando que solo habían dos clientes mas,ensimismados en la transmisión por television de un partido de fútbol.
Cuando ya había empezado la tercera cerveza,hicieron su aparición "mis paisanos";eran tres hombres bolivianos,una mujer joven también de Bolivia con un niño de unos siete años;me saludaron mientras pasaban hasta el fondo a la pequeña sala que había visto al entrar.Bashir se dirigió hasta ellos,tomó su pedido y le escuché contarles que yo era colombiano,que estaba buscando un cuarto por los alrededores:uno de los hombres se dirigió a mi en voz alta y me invitó a que les acompañara en su mesa.
Vinieron las presentaciones de rigor y supe entonces que dos de los ciudadanos bolivianos,Carlos y Winston eran hermanos,Luisa,la mujer era esposa de Carlos y madre del niño;el tercer hombre se llamaba Damian,amigo de ellos además de paisano y abogado para mas señas.
Carlos, Winston,Luisa y el niño compartian casa con la madre de los hombres,una pequeña vivienda situada arriba,cerca al polígono industrial del Sebadal.Damian vivía solo en un cuarto por los lados de la playa de las Canteras.
Me preguntaron que hacia,si tenía un oficio o profesión particular o si estaba como tantos inmigrantes dispuesto a "jalarle a todo".Les conté entonces que estaba para lo último y entonces me dijeron que estábamos todos de suerte pues ellos formaban cuadrilla para diferentes labores que encontraban y que justo tenían un contrato para impermeabilizar unas azoteas y el chico de Brasil, que muchas veces les acompañaba,como era mecánico automotriz,tenía en esos momentos bastante labor y dejaba una vacante,que estaban de acuerdo en que ocupara yo,porque sabían que los colombianos eran buenos trabajadores.Aquella tarde se convirtió en noche y bebimos mucha cerveza y de paso conocí una peculiar manera de beber de los bolivianos:se despachaban una cerveza completa de lata en un solo envión y criticaban y hacían burlas sobre mi manera pausada de beberme la cerveza.A eso de la diez de la noche ellos estaban mas de allá que de acá,sobre todo Carlos,por lo que su esposa decidió marcharse junto con su niño y Winston que dijo sentirse mal.A la media noche también me despedí e inicié el camino de regreso al centro de las Palmas junto a Damian que vivía en esa dirección.Durante el camino, Damian hizo algunos comentarios sobre la esposa de Carlos y su comportamiento,comentarios que yo asocié más con los efectos del alcohol que a otra cosa.Damian quedó en avisarme de cualquier cuarto que estuvieran alquilando y nos despedimos hasta el lunes quedando en que nos reuniríamos en el parque Santa Catalina como a las siete de la mañana para dirigirnos al sitio de labor.
El lunes efectivamente me recogieron en el parque y marchamos en un pequeño Peugeot de dos puertas,tres para los españoles que suman la del maletero,y nos dirigimos a Teror,población situada en las montañas cercanas a las Palmas;el trabajo,además de impermeabilizar la azotea de una casa de campo,incluía también pintura  total de ella;Carlos, el encargado y jefe pues era él quien ubicaba los trabajos, nos distribuyó las tareas y empezamos nuestra labor.Después del desayuno de las diez de la mañana,almuerzo español,escuché a Winston decirle a su hermano,que necesitaba ausentarse por el resto del día y se inició una pequeña discusión entre ambos;Carlos le recriminaba que nunca trabajaba semana completa,que a cada rato pedía permiso y que se estaba cansando de su irresponsabilidad;al final, winston se cambió y se marchó;al poco rato,Carlos hizo lo mismo y nos avisó que regresaría para trasportarnos a las Palmas, que no nos preocuparamos.
Cuando Carlos se hubo marchado y mientras aplicábamos la tela asfáltica en la azotea,Damian me comentó que esa situación llevaba varias semanas,que siempre tenían problemas para cumplir con los trabajos pues las ausencias de ambos recargaban la labor y se atrasaban en la entrega;le pregunté a Damian que a que se debía esa problematica y lo que escuché me causó algo de curiosidad;decía Damian que el chico brasileño le había contado que al parecer Carlos se imaginaba que su hermano y su esposa se entendían,que una vez medio bebido y lloroso le había dicho que él creía ver actitudes sospechosas y que hasta pensaba que su madre sabía algo pero lo ocultaba para evitar un problema grave;a pesar de todo, Carlos no decía nada a nadie más,pero vivía con esa angustia latente;Damian aseguró que por eso Carlos había salido tras su hermano y que era muy posible que tardara en recogernos o hasta no llegara por nosotros.Ante este panorama,nos preparamos para salir pronto de la labor y disponernos a caminar hasta el lugar donde podríamos tomar un bus que nos llevara a las Palmas.
Efectivamente ese día nos tocó viajar por nuestra cuenta y al otro día al recogernos Carlos se disculpó y dijo que nos reconocería el trasporte;pasaron varios días y cuando faltaba poco menos de una semana para terminar la labor,una nueva discusión entre hermanos por una nueva solicitud de permiso,terminó con la expulsión de Winston por parte de Carlos y le dijo que si se marchaba,hasta ese día tenía trabajo;Winston se le enfrentó y le dijo que !listo! hasta ese momento trabajaba;se vistió y se marchó a tomar el autobús;al poco rato, de nuevo Carlos nos avisó que se marchaba pero que esta vez si regresaría por nosotros;al igual que la vez anterior, Carlos no regresó y nos preparamos para marchar por nuestra cuenta;cuando estábamos alistándonos para marchar, llegó hasta la puerta de la casa una patrulla de la guardia civil y al verla nos escondimos en un pequeño bosque tras la casa, temerosos que nos sorprendieran trabajando sin documentación.Pasados unos minutos, la patrulla se marchó y la empleada de la casa nos buscó para informarnos de lo que pasaba;nos dijo que tranquilos,que la guardia civil no buscaba inmigrantes ilegales,que llegaron buscando a Carlos y que al ella informarles que se había marchado temprano y no regresaba, pues le pidieron que de regresar él, se lo comunicara a la policía;no quisieron dar mas informes;
Preocupados,nos marchamos por nuestra cuenta;cuando llegamos a Las Palmas,nos dirigimos a la Isleta pues ni Carlos ni Winston respondían al móvil.Antes de subir hasta la casa de Carlos,pasamos por el bar de Bashir;cuando éste nos vio,se dirigió presto hacia nosotros y con cara de asombro nos preguntó:Carlos no está con vosotros?,al responder que no,que nos había dejado tirados,nos pidió que nos sentáramos y nos ofreció un par de cervezas;luego de servirnos se sentó junto a nosotros y nos dio la noticia:Carlos había llegado temprano a su casa a una hora poco acostumbrada pues ni su madre ni su esposa ni su niño se encuentran en casa ya que las dos mujeres tiene trabajo cada una por su lado y el pequeño se encontraba en el cole;el caso es que Carlos llegó y sorprendió a su esposa y hermano en la cama;al parecer se inició una pelea que terminó con Winston apuñalado por Carlos,al parecer en la espalda y la mujer con unos cuantos golpes;que Carlos había huido,a Winston lo habían llevado al hospital Negrin de Las Palmas y allá estaban la esposa de Carlos y la madre de ellos.Esa noche decidimos no acercarnos a la casa y dejamos para el día siguiente las averiguaciones y desiciones sobre que hacer.
Entrada la noche recibí una llamada de Damian el cual me contó someramente que si que era verdad la historia de Bashir y que ya habían apresado a Carlos y que Winston  tenía un pronostico poco alentador,ya que una de las puñaladas le había afectado unos nervios en la Columna y peligraba seriamente que quedara sin movimiento en sus piernas,que por tanto,la madre y la esposa nos pedían por favor que terminaramos el trabajo pues seguramente la plata obtenida de él les haría mucho bien.
Pasaron varios días,logramos con Damian finalizar el trabajo entregarlo y que los dueños entregaran la plata a la esposa de Carlos,quien a propósito sería juzgado muy pronto y seguramente castigado fuerte pues su hermano había quedado definitivamente paralizado de la cintura para abajo.
Al final,a Carlos le condenaron a tres años de cárcel,pero por carecer de antecedentes no fue encarcelado,Winston quedó en silla de ruedas;la mujer de Carlos no aguantó mucho tiempo las recriminaciones continuas de su suegra y su ex esposo y terminó por regresarse a Bolivia dejando el niño con su padre y su suegra.
El tiempo fue pasando y la pequeña familia conformada por la madre abuela,el niño y los dos hermanos,volvió a serlo pues tanto Carlos como Winston casi sin decirlo, se perdonaron el daño mutuo;se volvió cotidiano ver bajar en dirección al puerto en las mañanas bien a la abuela acompañando a su nieto hasta la escuela y Carlos empujando la silla de Winston hasta el hospital donde hacia terapia ocupacional y de recuperación o Carlos con su hijo y la madre con el otro en su silla.Sobrevivian con los trabajos de Carlos y las ayudas por minusvalía de Winston,la madre ya no trabajaba pues se ocupaba de la casa.
Una vez más la vida,Maestra vida,como la llama Ruben Blades,me enseñaba una nueva posibilidad de inquietud,más ya no de asombro.Al bar de Bashir ya solo acudía yo,alguna vez con Damian,hasta que éste se marchó a Italia donde una ex-novia;finalmente yo también le dije adiós a Bashir,a Carlos y su familia,y a la isleta,pequeño y acogedor barrio de esa hermosa ciudad de Las Palmas.Deseo siempre regresar,aunque solo sea para esperar la oportunidad de sentarme en una mesa de un bar en el parque Santa Catalina a esperar que la suerte me permita cruzarme con Caco Senante y pedirle que cuente historias de cuando cantaba con Ismael Rivera, simplemente que cante a capela una gaviota en Madrid,o endecha de dos islas.Quizá la vida me regale ese asombro.