Era la madrugada de un domingo y los ruidos y voces que llegaban desde la calle,nos despertaron a todos en la casa.Mi mamá fué la primera en hacerlo y de inmediato alertó a mi papá:!mijo,algo pasa en la calle y hay gente en el patio! .
Nuestra casa tenía el patio adelante pues mi papà había construido al fondo del lote una ramada o mejora;por las grietas de las esterillas se colaban sombras que subian o bajaban al ritmo de las velas y linternas que varios vecinos congregados en nuestro patio movian insistentemente.
La voz de uno de los vecinos,nos informò de lo acontecido;!vecino,hemos cogido un ladrón y necesitamos su colaboracioón!,a ver si nos facilita su coleman!
Mi papá se vistió y salió al patio;los vecinos reunidos le pidieron prestada la lampara Coleman,heredada del abuelo,para observar mejor la escena de la detencion y estado del ladrón.Mi papá se encontró en la disyuntiva de prestar la lampara o acudir a una escena que el no compartía:el linchamiento;siempre consideró que hacer justicia por mano propia no era el camino mejor, ademas de considerarlo otro simple abuso de poder,sustentado igualmente en la posesion de la razón.A pesar de todo,tratar de exponer su teoría a una turba enardecida,sabía que no era saludable;tomó la lampara,la accionó hasta obtener esa luz potente,verde-azulosa que me traia recuerdos de las luciernagas que alguna vez apresé dentro de una botella de vidrio,convirtiendome en el creador de una "Coleman con alas",que terminaba por apagarse cuando los inocentes insectos morian seguramente por falta de oxigeno.
Entre los vecinos se encontraban los contiguos a nuestro rancho por el lado derecho,una pareja campesina muy silenciosa y respetuosa;curiosamente,en determinado momento la mujer de ese vecino empezó a llorar y a comportarse algo histerica,por lo que su esposo se disculpó para no acompañar a la montonera justiciera y se entró junto a su esposa que continuaba gimiendo.Algunos dias después,ella misma comentaría a mi mamá la razón de su comportamiento;le dijo que las luces furtivas,los lamentos ahogados,el ruido de personas moviendose en la oscuridad le habian removido recuerdos dolorosos y aterradores de los momentos vividos por ella y su familia al ser desalojados de su propiedad por los asesinos que habian asolado las montañas de un pueblo en el norte del valle.Mi mamá la consoló diciendole que afortunadamente esa época ya no volvería.
La excursión de papá duró más de lo esperado y me dormí,hasta ser de nuevo despertado por su regreso,cuando otra luz azulosa,la del amanecer,se colaba de nuevo por entre las esterillas.
Entre los vecinos se encontraban los contiguos a nuestro rancho por el lado derecho,una pareja campesina muy silenciosa y respetuosa;curiosamente,en determinado momento la mujer de ese vecino empezó a llorar y a comportarse algo histerica,por lo que su esposo se disculpó para no acompañar a la montonera justiciera y se entró junto a su esposa que continuaba gimiendo.Algunos dias después,ella misma comentaría a mi mamá la razón de su comportamiento;le dijo que las luces furtivas,los lamentos ahogados,el ruido de personas moviendose en la oscuridad le habian removido recuerdos dolorosos y aterradores de los momentos vividos por ella y su familia al ser desalojados de su propiedad por los asesinos que habian asolado las montañas de un pueblo en el norte del valle.Mi mamá la consoló diciendole que afortunadamente esa época ya no volvería.
La excursión de papá duró más de lo esperado y me dormí,hasta ser de nuevo despertado por su regreso,cuando otra luz azulosa,la del amanecer,se colaba de nuevo por entre las esterillas.
Mi mamá procedió entonces a servirle el café con masitas de harina de trigo,desayuno estrella de los domingos nuestros,y se dispuso todo para escuchar los pormenores de la aventura paterna.
Empezó con la descripción del ladrón y su estado;se comentaba que un vecino había sorprendido a un hombre de color,de color negro,cuando trataba de desclavar unas esterillas del rancho de un vecino que vivía dos cuadras atrás de nosotros;que el negro aseguraba,después de cada planazo que algún acomedido le propinaba,que el no estaba robando,que el era un hombre honrado,que vivía varias cuadras abajo,que podian averiguarlo,pero nadie hizo caso de sus súplicas,porque es bien sabido que "a los ladrones cuando los cogen,son capaces hasta de llorar".
Decía papá,que al hombre le habian dado tanto puño,patadas y planazos,que tenía la cara hinchada,cubierta de una "crema" compuesta de llanto,tierra,mocos y demas;era tal la apariencia del pobre sujeto,que al hacer aparición la claridad proporcionada por la Coleman,los gritos,insultos y agresiones mermaron hasta convertirse en murmullos.
Algunos vecinos tomaron la desicion de amarrar al hombre a un poste de madera y dejarle medio muerto,desmayado por los golpes,hasta que amaneciera y de pronto pudieran entregarlo a la policia;llegado a este punto, mi papá se sonrió y ante la confusión de mi mamá y nosotros sus hijos,contó la parte menos trágica de la historia.
Al quedarse el sujeto amarrado al poste,mi papá y otro vecino cercano,sintiendo algo de piedad,le limpiaron la cara y lograron una confesión tragicomica;el ladron les comentó que él no era tal,que lo sucedido era que al regresar de su trabajo,se había tomado unas cervezas y algo mareado y excitado,al pasar cerca del rancho de su desgracia,había observado la sombra en una ventana,que le mostraba a una mujer desvistiendose y él irresponsablemente,se había acercado para ver mejor y trató entonces de separar un poco alguna esterilla,con la mala suerte de ser sorprendido en el acto.Mi papá y el otro vecino no le creyeron esa historia y le inquirieron el porque no habia dicho eso cuando le apresaron,pero su rspuesta les creó al menos la duda;explicó el hombre de color, de color negro,que tuvo mucho miedo de que al confesar eso,el esposo de la mujer,presente en la captura,seguramente hasta le hubiera matado.Sucedió entonces que al lugar de los hechos llegaron dos mujeres y un hombre,que eran según dijeron,la madre, esposa y hermano del "detenido".Explicaron claramente la ocupación,sitio de vivienda y comportamiento del hombre,hasta lograr que se lo entregaran y marcharse,dejando a mi papá y el otro vecino,confundidos,entre lo comico y lo trágico.Al final, mi papá comentó más explicitamente a mamá,y le dijo que viendo la mujer del llamado ladrón,una negra de cara muy bonita,con unos senos que apuntaban uno para cristo rey y otro para las tres cruces y un final de espalda que daba vértigo,es decir todo un ejemplar de mujer,ese tenía bien ganada la trilla que le habian dado, al menos por garoso,aun a riesgo de contradecir sus principios;mi mamá se rió y nos puso más masitas de harina de trigo en cada plato y un poco más de café.
1 comentario:
Sigue escribiendo, sigue adelante, no importa que la gente no lea, que no comente, lo que haces es estupendo, hay tanta experiencia condensada y compartida en tus letras, construyes lugares comunes y evocadores
un verdadero placer leerte, saludos
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