martes, 2 de diciembre de 2008
El studebaker de cenicienta
Éste arte era muy apreciado por los patrones a la hora de dar trabajo;muchas mujeres de la clase popular trabajaban en las casas del centro pero con preferencia en los barrios como Juanambú,centenario,granada y San Fernando.
Gloria y más que nadie su madre veían en éste aprendisaje la oportunidad de conseguir un buen trabajo;empezó entonces a verse a Gloria partir muy temprano en la mañana hacia alguno de los barrios mencionados a ganarse el pan con el sudor de la frente, como decian que dijo el creador y como aun dicen que dijo.
Gloria jamás dispuso de tiempo para estudiar como no fuera hasta el segundo año de primaria,durante el trascurso del cual murió su papá viendose impedida de continuar.La barra de muchachos seguía a la espera de conocer quien sería el afortunado conquistador del amor de gloria, quién disfrutaría del sueño de su belleza.Era un momento casi sublime ver a Gloria llegar los sábados en la tarde cargada con cosas que compraba para su hermanita,su mamá y ella misma con el producto de su trabajo;contaba su mamá que los patrones estaban muy contentos con Gloria pues siendo tan joven,superaba a cualquier mujer mayor en habilidad para almidonar cuellos y puños de la camisa del señor,había aprendido el arte secreto del trabajo femenino popular.
Un sábado en la tarde,el desfile sublime de Gloria por la calle de barro en invierno y polvo en verano,fué reemplazado por el de un carro de ensueño,que solo conocían algunos habitantes del barrio y entre ellos más que nada la mujeres,pues eran comunes en los garajes de las casas donde trabajaban;era un carro gordito,lustrosos,con asientos de color crema que daban ganas de lamerlos.Llegó hasta la puerta del rancho de Gloria y familia;estuvo detenido varios minutos sin que ella se bajara;cuando lo hizo por fin,debió soportar el peso de las miradas de los vecinos;tomó sus paquetes sabatinos y se adentró en su rancho de prisa.
A partir de ese sábado,cada fin de semana ,el desfile del Studebaker era toda una ceremonia;el señor que lo conducía jamás se bajaba,nadie le podía ver de cuerpo entero.Los rumores de todo tipo no se hicieron esperar y así, cada vez que la mamá de Gloria llegaba a la tienda para hacer el mercado diario,las otras señoras guardaban silencio,un silencio incomodo.
Alguna vez, durante las visitas sabatinas del señor del Studebaker,un aguacero de esos de padre y señor mio,nos dió la oportunidad a los más pequeños,de ganarnos unos centavos;cuando el señor propietario encendió el carro para marcharse,se enteró que el pavimento se había puesto muy blandito y cuando aceleraba,patinaba y se hundía en el lodo;luego de mucho intentar,el hombre cruzó algunas palabras con Gloria y ella a su vez lo hizo con los cinco o seis muchachos que revolotiamos alrededor del carro, y nos pidió lo que ya esperabamos:que le ayudaramos a empujar el Studebaker hasta la calle diseñada como futura avenida,la cual tampoco tenía pavimento pero si una buena capa de rocamuerta,que permitiría al carro y su dueño escapar de la cárcel de barro;luego de lograr lo propuesto,el señor se marchó con su carro y Gloria nos entregó de su parte, una buena propina para cada uno por los servicios prestados.En adelante,el hombre se fué haciendo un visitante asiduo,que se bajó un día del carro y permitió exclamar a más de una vecina que !era un señor mayor que Gloria, pero simpatico!.
Un día de semana,llegó hasta el rancho de Gloria otro carro casi tan bonito como el studebaker,del que se bajó una señora muy elegante,que durante unos pocos minutos conversó con la mamá de Gloria y luego se marchó en el carro,que además tenía un hombre como conductor.A partir de ese día, Gloria dejó de madrugar, y ya no se le vió desfilar los sábados por la calle de barro o polvo, con sus compras de fin de semana,pero en cambio,el señor del studebaker ya no faltaba a su cita diaria y de fin de semana;en la tienda se filtró un rumor que hablaba de que la señora que había visitado la casa de Gloria, era nada menos que la esposa del señor del studebaker y patrona de Gloria, que le había comunicado "lo sinverguenza que era su hija,que había logrado embaucar a su esposo para aprovecharse de él y deslecharlo,creyendo que él le cambiaría a ella su esposa legitima, por una vulgar sirvienta"pero que ya se le pasaría el embeleco y la dejaría tirada para que despertara de su sueño.
El caso es que después de un par de años de visitas diarias,el señor del studebaker, mientras se tomaba una cerveza en la tienda, anunció que "si sabian de alguien interesado en comprar la mejora de Gloria,les avisaran" pues ella ,su hermana y mamá se irian a vivir con él a un barrio mejor.
Y Gloria, su hermana y su mamá se marcharon del barrio hacia una vida mejor y los jóvenes de la cuadra se quedaron con sus sueños truncos de disfrutar la belleza de gloria, y los habitantes de mi ciudad sin distingo de clase,continuaron su búsqueda diaria de aquello que necesitaban para ser felices y sobrevivir,aún en lugares donde los cánones indicaban que no debería hacerse.
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domingo, 9 de noviembre de 2008
El niño dios
Al acercarse la navidad,su espiritu se sentía en el ambiente y como todo niño, empezaba a fabricar sueños en mi mente sobre aquello que me gustaría recibir el día del niño dios;inmerso en la inocencia soñaba, pero acostumbrado a las carencias intuía que todo podría quedarse en meros deseos e ilusiones.
Casi siempre papá llegaba el último día con algo de dinero para comprar comida,algo de ropa o juguetes, pues en sus trabajos, la "prima" siempre llegaba a última hora,eso cuando tenía trabajo.
Un día de navidad,al despertar,encontré de regalo de niño dios, un camión de cabina de latón y color azul,con cajón de madera;me invadió la alegría natural e inmediatamente empecé a jugar con él y ayudado por mi papá, le até una piola delante para arrastrarlo,pues aun no se le permitía a los juguetes el moverse por si mismos.
Pasados algunos días,un compañero de juegos insinuó que mi camión era casi identico al que había recibido el año anterior de parte del niño dios y pensé que algo de razón tenía,pues al cogerlo entre mis manos sentía como si sus formas estuvieran "hechas a mis manos".
Un día, expontaneamente,mientras mi papá me ayudaba a reponer la piola con la que tiraba del camión le dije que ese camión se me parecía mucho al que había tenido el año anterior;mi papá no dudó en darme la explicación:el niño dios se dió cuenta que usted quiere mucho ese carro del año anterior y quizá por eso le trajo uno muy parecido!
De ésta manera mi papá se libro de la comprometedora explicación que incluiría el saber que debido a la dificil situación económica que nos rondaba constantemente, había tenido que pintar de otro color el carrito que me había comprado el año anterior y de paso destruir la ilusión de la existencia de un ser superior, arraigada en mi cerebro infantil.A mí me bastó la explicación y agredecí el conocimiento y la sabiduría del niño dios,quien siempre estaba pendiente de mi felicidad y alegría.A partir de ahí,disfruté mucho mi nuevo camión y de paso busqué infructuosamente el antiguo para organizar alguna competencia;viendo mi afán en la búsqueda y mi extrañeza por no encontrar el anterior juguete,papá hizo de nuevo la claridad en mi mente:el niño dios se lo llevó para entregarlo a otro niño muy pobre!;aquel año mi felicidad fué doble al imaginar que en algún lugar de mi ciudad, otro niño sería tan feliz como yo!.
domingo, 2 de noviembre de 2008
La Pila
miércoles, 3 de septiembre de 2008
QUE CUARENTA AÑOS NO ES NADA....?
La iglesia del padre Cohen
¿Dónde están los muchachos de entonces?barra vieja de ayer,dónde está?¿qué se fixieron? .se habrán marchado unos muertos y otros vivos que tendrían muerta el alma?
Creía verles a todos;a los más pepas para el estudio,a los de más estudio para las pepas,a los juiciosos,a los incorregibles,a los callados, a los habladores.Qúé fué de los Beltran,los rivas, los Martinez, los Lopez?Habrán cumplido sus sueños?ojalá que sí.
Recorriendo el mismo camino de asfalto que rodea las instalaciones descubrí de nuevo la piscina,la iglesia,la rotonda, la rectoria,el coliseo,la cancha de footbol, y descubrí tambien que ahora !estudian mujeres!.Qué privilegio tienen los estudiantes varones actuales;nosotros jamás lo tuvimos;nos tocaba admirar al pasar, a las muchachas de la normal departamental,del amparo,o bajar hasta el estadio para ver a las del Eustaquio,del departamental femenino-que tenía el uniforme como el del cali,verde y blanco-las de Santa Cecilia;!!ah!! Santa Cecilia,cuánto evoca este nombre.Qué habrá sido de la muchacha de ojos claros, cabello negro largo y sonrisa luminosa?Se habrá converido en "doctora en medicina" como soñaba?
Me gustaría verte de nuevo, muchacha de Santa Cecilia;seguro que al verme como soy ahora,volverías a iluminar la quinta-que acababan de ampliar-con tu risa.Habrás tirado a la basura la libreta donde copiabas los discos preferidos de Adamo, aznavour,para luego dedicarmelos, muy seria,como avergonzada?Seguro que has olvidado las caminatas`por la quinta abajo,dejando pasar el bus para irte en el próximo y así compartir un poco más "las manos en el bolsilo caminando por el parque".!!qué tiempo tan feliz!! cantaba Matt Monroe y vos te preguntabas si eso mismo diríamos nosotros al hacernos mayores;yo al menos lo digo ahora,porque la alegría de la adolescencia es especial y se recuerda con esa mezcla de alegría y tristeza,con ese sabor a trebol...
Ahora podés decirle a tu papá que soy como él,que tengo casi su edad y el pelo muy corto,escaso;que al fin pude irme a europa,que ya leo menos a Camus y nada a Nietzsche,que....,mejor no le digás nada, no nos creería,como antes.
Como decía Martiña,"hoy daría yo la vida por volverte a ver",para volver a sentir el alma limpia,sin parches, sin media suela;pero claro es solo un sueño,de esos que ayudan a caminar diariamente; y me resigno, y disfruto el recuerdo de lo vivido,como debe ser, o al menos como me gusta que sea, y así cuando quiera soñar el tiempo de las flores, te buscaré como matilde diaz:
:"te busco por la distancia,con una angustia de espanto,amor de mi adolescencia, virgencita de mi encanto. Y solo encuentro el recuerdo, que me dice entristecido,que no voverán los besos,que volaron al olvido.Tus besos,tus manos blancas,la ternura de tus ojos,ya no alegrarán mi senda,multiplicada de abrojos"
Muchacha de Santa cecilia,estás por ahí......?
domingo, 31 de agosto de 2008
Se alquila pieza,sin niños
Mia padres iniciaron su vida en común siendo muy jóvenes.Firmes en su convencimiento que eramos su responsabilidad,nunca escatimaron esfuerzos para darnos lo mejor, y con su coraje y decisión como únicas herramientas,se enfrentaron a esa vida plena de obstáculos e impedimentos.Abandonaron la casa paterna de uno y otro con los anhelos de construir su propio mundo,al igual que todos los jovenes de todos los mundos.Su peregrinar ,primero solos y muy pronto con hijos,les llevó a conocer las vicisitudes de las casas de inquilinato.
Las casa de inquilinato eran como hoteles destinados a los más pobres,personas generalmente llegadas de lugares lejanos y disímiles empujados como no, por la violencia.tenían las casas largos corredores con piezas a lado y lado,y desembocaba en un patio de barro donde quedaba el lavadero,el sanitario y una rudimentaria ducha, ademas de las cuerdas para colgar la ropa.
Mi madre, cumpliendo otra de sus funciones,luego de darnos el almuerzo-cada vez que había-descansaba un poco y ante nuestra continua actividad represada dentro de las cuatro paredes,nos prometía:!cuando baje un poco el sol,vamos a dar una vuelta!,y efectivamente,luego de escuchar las noticias, en un viejo radio de tubos, sin carcasa,y que mi padre cubría con un cartón y con muchas amenazas para prevenir un accidente con la electricidad,mi madre cerraba la pequeña pieza y salía como una gallina con sus pollos,hasta algún sitio descampado,que afortunadamente abundaban,donde nosotros-mis dos hermanas y yo-dábamos rienda suelta a nuestra vitalidad reprimida,a nuestros sueños,corriendo así fuera tras el viento,tras una rueda sacada del recorte de la de un carro, o elevando una pequeña cometa,mientras mamá vigilaba nuestros movimientos.Al caer la tarde y calculando la llegada de papá,recogíamos nuestros juegos y emprendíamos camino a!nuestra casa!.
Así transcurría nuestra vida y la de miles de ciudadanos anónimos,que al parecer no le importaban a nadie, como no fuera a sus familiares,quienes vivían condiciones semejantes
domingo, 3 de agosto de 2008
ANTE TODO, LA JUSTICIA...
Corria el año del señor de 1997 y corria mi vieja kawa del 79 a llevarme al encuentro del almuerzo y el descanso para mi, para ella solo lo último.Nos merecíamos el descanso luego de entregar docientos sobres y cuarenta facturas.Para ganar tiempo,decidimos de común acuerdo,bajar por la calle quince que luego se convertía en carrera veintinueve al llegar a la galería de santa elena.éramos felices los dos,pues nuestra relación llevaba rato y a diferencia de otras, cada que nos juntábamos ,disfrutábamos.A pocas calles de cruzar la autopista,observé gran tumulto y la imaginación salió de su letargo y dijo a trabajar;quizá, para mi alegría y fortuna,los bancos y cooperativas decidían por fin responder por nuestros ahorros, ya que nuestras deudas a pesar de su quiebra y desaparición,se pasaban de unos a otros y ante cualquiera de ellos debíamos responder o atenernos a la consecuencia jurídica del incumplimiento.Justo en el primer puente sobre el caño,frente a las oficinas de un banco cooperativo en quiebra,el tumulto era más denso y se escuchaban más insultos y palabras de grueso calibre,muy comunes por cierto en el área.
Detuve mi kawa,la acomodé en un anden y le puse al rededor de su cintura y con mucho pesar, una gruesa cadena,pues la quería mucho y no me arriesgaba a que se marchara con el primero que le pintara pajaritos en el aire y le hiciera olvidar lo nuestro.Llegar a primera fila fué tarea ardua;ya a la orilla del caño,observé al frente,tres señores entre toda la chusma;uno con barriga de carnicero,cuchillo de carnicero en la diestra,otro con camisa de flores,zapatos color miel y un reloj de pulso amplio que a cada rato hacía regresar al antebrazo, subiendo y sacudiendo su extremidad izquierda;el tercero,ya lo conocía,era nada menos que el señor director nombrado para atender lo que quedaba de una cooperativa,cuyo nombre no olvido,pero trato de no recordar,por la salud de mi alma.Mi imaginación más veloz que mi moto,me susurró que seguro el hombre del cuchillo pretendía atracar a los otros dos o al menos discutian sobre eso;para asegurarme lo consulté con la señora de rulos en la cabeza y canasto en la mano.Pues no era ni lejos,lo que imaginaba;el señor con pinta de carnicero era nada menos que !el carnicero! el de los zapatos miel y reloj de pulso grande,el dueño de un granero, y el otro ,pues eso, el otro.Y no se iban a atracar ni algo parecido,no,estaban planeando capturar a un ladrón;éste último, se encontraba bajo el puente,donde pretendió esconderse luego de robar una caja con seis botellas de aceite para cocina;en su huida,la caja rodó hasta el hilo de agua gris,- que llamamos negra,por puro racismo contenido- se abrióy dejó escapar las botellas.El ladrón era casi un niño;langaruto y orejón,con un pantalón corto,descalzo y sin camisa;El carnicero se preparó para bajar,el señor del granero le ató una cuerda a su cinturita-si me oyera palmieri-y el otro,se quedó,para mi alegría,con el cuchillo del justiciero.
El ladrón casi-niño observaba con miedo, el descenso de la mole de carne,que mostraba claras intenciones de corregir y enseñar respeto;pero no tenía escape posible.Al llegar a la pequeña cornisa,el carnicero arrinconó al pequeño ladrón contra la pared del caño y le asestó tremendos golpes en la cara y en su estomago;el populacho enardecido,aplaudía y me pareció que hasta bajaban sus pulgares.Dos o quizá tres personas,murmuramos sobre la extrema juventud del ladron,tan próxima a la infancia;tremendo error! cincuenta cabezas con sus ojos, narices y bocas, giraron hacia nosotros y en un coro perfecto nos hicieron saber que si nos dolía mucho era porque eramos ladrones como él y que mejor nos abriéramos, antes que nos cobraran a nosotros también!.Una vocesita me susurró al oido, y no era mi imaginación,que lo más saludable era marcharme;así lo hice.Me dirigí hasta el lugar donde estaba mi moto y me pareció verla ansiosa de marcharse también,pues luego de liberarla de la oprobiosa cadena,encendió con la primer patada,ella que me tenía acostumbrado a las tres patadas en seco, abrirle el choque y hasta quemarle la bujía.Continuamos nuestro camino al barrio y el vacío en el estomago se lo achaqué a la demora en el almuerzo,todo por meterme en lo que no me incumbía y peor aún,atravesarme en el camino hacia la justicia,que aquella turba había emprendido,guiada, claro está ,por gentes de bien.
viernes, 11 de julio de 2008
Amores de barrio
domingo, 1 de junio de 2008
LOS CUENTOS DEL FINADO ARNULFO
Tenía una especie de biblioteca pública en una zona verde de mi barrio.Colocaba un gran tablero de madera recostado a un árbol,de un costado a otro de él tendía trozos de piola -de la que usábamos para elevar las cometas- y acaballaba en ellas los cuentos de vaqueros,de heroes de la selva,del mar,de guerreros estelares,de detectives,de duendes y villanos,de seres habitantes de otras dimensiones,a las que acceder,costaba poco.Ponía especial cuidado en dejar en el lado visible del potencial cliente,la carátula,la cual era una especie de "triller" de lo que esperaba dentro.
Se llamaba don Arnulfo. Alquilaba los cuentos a quince centavos para leer en el sitio y a veinte para llevarlos a casa. Lo más común era leerlos en el sitio,pues ya era un logro extraordinario para cualquier niño del barrio,conseguir los quince centavos.
Mientras la gran mayoría de niños preferían jugar a la pelota,una estraña cofradía de cinco o diez, ocupábamos los bancos de madera de la biblioteca de don Arnulfo,sumidos cada uno, en estricto silencio,en su viaje personal por paises lejanos, acompañando y gozando con el heroe escogido de entre las piolas,de emocionantes aventuras con la seguridad de no sufrir daño alguno.
Allí conocí las peripecias de Hopalong Cassidy,Red Ryder,Roy Rogers,Gene Autry,Chanoc, Alma Grande el yaky justiciero,El látigo negro,El llanero solitario,Robin Hood,Kid Montana y cientos más.
Era un niño privilegiado,pues mi padre había nacido afectado con el síndrome de la lectura,y así, luego que los dos habíamos devorado las fotos y textos de Life, Gramma,Bohemia, las selecciones del Reader's Digest,me enviaba donde don Arnulfo los fines de semana,con la consigna de alquilar varios cuentos para leer en casa.Tome este peso y alquile cinco cuentos -me decía- ¿de cuáles papá?;traiga tres de vaqueros,uno de la selva y busque uno de Flash Gordon...¿Flassh gordon?..., bueno,de Roldan, que es lo mismo, así se llamaba en mi época,decía.
Feliz, como estaba seguro que nadie podía serlo en ese momento,corría hasta donde don Arnulfo y me daba a la tarea nada fácil de escoger los cuentos,recurriendo a la memoria para no llevar aquellos que ya habíamos leído.
Al llegar a casa con ese preciado tesoro,los extendía sobre alguna mesa y esperaba a que mi papá escogiera el suyo para iniciar el rito y posteriormente hacerlo yo.Generalmente los domingos, mi papá leía recostado en su cama, con la almohada doblada contra la baranda y mi mamá le colocaba un vaso con café y una cajetilla de cigarrillos piel roja junto con la caja de fósforos el diablo en un pequeño nochero.
Yo me sentaba a los pies de la cama, y lo mismo que él,me sumergía en la vida y aventuras del héroe de turno y casi no escuchaba a mamá cuando me llamaba para encargarme algo de la tienda; doblaba entonces la punta de la hoja donde me encontraba -costumbre que jamas pude corregir y me costó muchas reprimendas de profesores y bibliotecarios- y salía presuroso a cumplir el encargo para regresar lo más pronto a continuar con mis aventuras por desiertos,selvas, mares y tenía la impresión que los héroes,complacientes,esperaban mi regreso para continuar la acción; la imagen se congelaba, haciendo uso de una tecnología que aun no existía.
Pasado algún tiempo, don Arnulfo fué incluyendo variantes,como secciones en su biblioteca;colocaba en un rincón unos libros pequeños, sin imágenes,solo letras,que también eran de aventuras de vaqueros;las historias de don Marcial lafuente Estefanía.Junto a estos, unos libros gruesos,los tomos de santo, el enmascarado de plata,estos si tenían imagenes.El descubrimento extraordinario de los libros sin imagenes fueron don Julio Verne y don Emilio Salgari.Devoré en pocos dias a Sandokan el tigre de la malasia,al capitan de quince años y todos los de piratas y aventuras en islas desiertas,globos y submarinos.
Mi padre, preocupado por haberse leido todos los cuentos de vaqueros y demás héroes,aceptó probar la nueva propuesta y empezó a consumirla, aunque su alquiler era más elevado.Esta nueva gama de lecturas,activó de forma extraordinaria el desarrollo de la imaginación, al no tener imágenes.
Por estas mismas fechas,aconteció algo que cambió la rutina de lectura en compañía de papá y que yo justificaba aduciendo el mayor costo de leer en casa.Apareció un domingo con un portaviandas con la comida para don Arnulfo;supe que era su esposa por lo que conversaban.Era una mujer mucho más joven que él.Cuando la ví el primer día, sentí una extraña fatiga que no se parecía en nada a la causada por el hambre -con quien ya había tenido tratos- y que se calmaba cuando ella se marchaba.
A partir del primer día,estaba atento para acudir a alquilar algún cuento-así fuera repetido-y esperar a que llegara con el portaviandas y verla y sentir esa extraña sensación de fatiga, que a decir verdad, no me disgustaba.
Pasaron muchos días de fatigas insatisfechas, hasta descubrir un calmante,-pasajero eso sí-para aquella sensación que me causaba la visión de la mujer de don Arnulfo.
Un día domingo, mientras alquilaba algunos cuentos para mi papá,el señor Arnulfo empezó a sentirse mal;dijo sentir mareo y nauseas;su esposa llegó justo en el momento que empeoraba su estado y le llevó en un carro rumbo al hospital.Ese día falleció don Arnulfo.
Durante algún tiempo, la biblioteca lúdica de mi barrio estuvo cerrada.Mi padre y yo sentimos demasiado su falta.
La familia de don Arnulfo terminó por marcharse del barrio;días después, descubrí en un cajón del armario, los cuentos que había alquilado el día de su muerte.Los guardé entre mis cuadernos de primaria.Ocacionalmente los encontraba y repasaba junto con los recuerdos que contenían de aquella preciosa época de sueños infantiles y despertares juveniles.
Tal vez trascurrió más de una década,cuando acompañando a mi mamá al mercado,nos tropezamos con una señora.Mi madre le saludó con amabilidad y escuché los pormenores que compartieron,las preguntas sobre las respectivas familias que finalizaron con mi presentación y el consabido!cómo pasa el tiempo!.
al despedirse mamá y la señora,tenía yo muy claro que se trataba de la viuda del finado Arnulfo y supe entonces cual era la causa de la fatiga que me provocaba en mis años de infancia próximos a mi adolescencia, el verla.
Se había trasformado en una hermosa mujer madura.Mi madre en casa,comentó con mi papá de aquel encuentro y escuché entre otras cosas que la señora jamás se había vuelto a juntar con alguien, bastante extraño en los tiempos que corrían.
Una extraña obsesión me invadió.Obsesión por conocer detalles de la vida de aquella señora.Así, muchos dias invertí en acercarme al mercado con la esperanza de volver a encontrarla.
Y llegó ese anhelado día.Cuando le ví no dudé en acercarme y buscar entablar charla;fué algo tan sencillo como agradable.
Uno de tantos días en que nos encontramos de común acuerdo para charlar y contarnos algo de nuestras vidas,le comenté que yo guardaba algunos cuentos que pertenecían a su esposo.Se interesó por ellos y quedamos en que la visitaría en su casa para llevárselos.Ese día me agradeció mucho que le llevara los cuentos pues ella había perdido todos los demás al prestarlos a amigos que jamás los devolvian y en los continuos trasteos de casa en casa de alquiler.
Conversamos sobre muchas cosas y fué inevitable nombrar aquella sensación que su presencia provocaba en mí cuando ella le llevaba la comida a su esposo;se rió de tal forma que me hizo sentir tremendo desconcierto.Desconcierto que aumentó cuando me preguntó si aun su presencia me provocaba aquella fatiga,cuando prometió darme un remedio que podría resultar peor que la enfermedad,que solo tendría que contarle cada cuento que yo había alquilado y leído en mi infancia y que no importaba que fueran más de mil, incluso si eran mil y uno no importaba porque el tiempo de las cosa reales se detiene, no avanza,cuando uno se sumerge en viajes por parajes ignotos, de paraísos soñados,perdidos, buscados, donde nada ni nadie puede causarle daño........
lunes, 5 de mayo de 2008
SON PADRES
En una ciudad moderna,en un gran pais,suena el despertador
en un pequeño rancho en una vereda perdida en las montañas
en una elegante y cómoda casa;un hombre acorde con esa casa,muy elegante,sale
de un hermoso pais,el canto del gallo y los pájaros,indican a sus habitantes que
temprano en la mañana en su carro para llevar a uno de sus hijos al colegio.Antes
empieza un nuevo día.Un hombre de piel curtida por la intemperie,se prepara
de marchar,se despide con un beso de su esposa y el más pequeño, quien lloriquea
para marchar a su trabajo;un trago de café y una caricia al niño que lloriquea en
ante la ausencia inevitable.Es un buen padre de familia,sin duda.Sorteará con
brazos de la madre,son su despedida.Con sus herramientas al hombro y una
poca o mucha paciencia, los inevitables trancones en el tráfico vehicular de las
mochila con alimentos,se dispone a sortear los obstáculos que ve a diario:raices
grandes urbes modernas,desarrolladas, en el pinaculo de la civilizacion,hasta
de árboles,mosquitos del amanecer,telarañas tejidas en la noche que se adhieren
llegar a su sitio de trabajo en una gran empresa.Su oficina es en realidad un
a su cara y manos;nada de cuidado.su trabajo:limpiar, abonar,consentir las
laboratorio donde diseña apoyado en informes anatómicos y mecanicos y
plantaciones de cuyos frutos muchos se han de beneficiar aun en paises lejanos;
valiendose de la más moderna tecnología,un producto que luego de fabricado será
casi en su totalidad se venderan,solo se regalaran si acaso, los proximos a
enviado a paises lejanos:algunos vendidos a intermediarios,donados a amigos,
perderse.Cuando acaba su jornada,al fin de la tarde,emprende el camino de
y muchos se canjearan por otras mercancias;es uno de los productos estrella de la
regreso a casa,donde le esperan su esposa y su hijo;absorto en su recuerdo,desvía
empresa para cual labora:serpientes con cuerpo de plástico y entrañas metalicas
sus pasos fuera del camino y es cuando siente clavarse en sus carnes miles de
que no muerden,escupen miles de colmillos de acero que se clavarán en los
colmillos de serpientes que no existen en sus peores pesadillas;serpientes que se
blandos tejidos de piernas y genitales de quien tenga la desgracia de pisarla;
elevan al ser pisadas y escupen su vaho asqueroso que lo sume en un sueño
romperán igualmente los tejidos oseos,causarán con su escupitajo asqueroso un
profundo y horroroso donde acogerá a su esposa y a su hijo con los muñones de lo
dolor millones de veces superior al causado por la mordedura de una serpiente
que fueron sus piernas.Cuando despierte de la pesadilla, deseará no haberlo
comun;infectará la mente de la victima, cuando esta comprenda que ha sido
hecho nunca;deseará sumirse de nuevo en aquel sueño donde caminaba por los
rebajado a la categoría de invalido,de dependiente absoluto,de carga social,
montes libremente,conocedor de los peligros propios de su montaña,con
familiar;de muerto en vida.El creador de este engendro,al término de su jornada
serpientes que huyen ante la presencia humana,pues nadie ha manipulado su
regresará a su casa, donde le esperan ansiosos su esposa e hijos,ignorantes e
esencia,programandola para causar muerte.
inocentes,del trabajo de su padre para ganarse el pan que les dá la vida.