lunes, 15 de abril de 2013

REGRESO


"Siempre te están esperando allá en el barrio feliz,
pero siempre está nevando sobre tu sueño en París"      La que murió en París.Ignacio Corsini.                                                                            





!Me voy a Europa! ;eso le dijo Martica a su madre y también a sus dos pequeños hijos quienes solo le miraron con la ilusión seguramente de que ellos también irían,como cuando los fines de semana su mama decía entre bromas !me voy al parque,quien quiere ir conmigo!? y terminaban los cuatro,con la abuela, en el parque de  San Francisco,que mas que parque era una plazoleta donde jugar entre las palomas.
La afirmacion de Martica era  un grito de desesperacion salido de lo mas profundo de su ser después de tres largos años de penurias luego de perder su mejor empleo en una fabrica de confecciones,!por ladrona! pues le encontraron una cremallera de 15 cms azul turquí con la que pensaba arreglar el pantalón de su pequeño;no la robo en el estricto sentido de la palabra,la cogió por pereza de no buscarla en la cacharreria de la esquina de su casa,pero por ladrona se quedo sin empleo.
Luego de su salida de la fabrica realizó variedad de trabajos,pasajeros o temporales todos,jamas logró un empleo fijo y siempre se preguntaba porqué sería,hasta que un amigo del papa de sus hijos que trabajaba en la sección de personal de una empresa,le dijo que seguramente se debía a que sus anteriores empleadores a la hora de los informes no ocultaban la causa de su despido,aunque ella y el gerente habían arreglado que no recibiría cesantía ni ningún tipo de indemnización a cambio de no dar malas recomendaciones.
Convencida por la comunicacion de su amigo, acosada por la necesidad económica, separada de su pareja a causa de la irresponsabilidad de el,decidió que había llegado la hora de pedirle patrocinio a una antigua amiga,excompañera de trabajo,que se encontraba en Europa hacia algunos años y que no la había hechado al olvido.
Superando la tristeza y la angustia de separarse de sus pequeños,viajo con sus sueños y sus 28 años,inicialmente hasta un pequeño pueblo español en la frontera con Francia donde residía su amiga;esta vivía junto a su pareja,un ciudadano mitad francés y mitad español y un hijo de ambos.Paso varios meses limpiando por horas  algunas escaleras de edificios de vivienda,complementaba  con limpieza en algún local comercial y soñaba con obtener sus papeles,viajar a Colombia y llevarse sus hijos hasta su nuevo país de residencia.No era una mujer muy bonita,pero su carácter y una agradable figura, le brindaba la posibilidad de conseguir alguna relación con un ciudadano europeo y hacer mas corto el camino hacia sus ansiados papeles,pero ella solo tenia pensamientos para sus hijos y no se detenía a sopesar la vida de forma mas practica como solían decirle sus amigas.A pesar de todo,entablo una amistad-amorío con un muchacho español de padres marroquíes quien termino por convencerla de viajar a Bélgica donde el tenia varios familiares y donde según decía, las condiciones sociales eran mejores que en España.
Se ubicaron finalmente en Bruselas,en una barriada habitada mayoritariamente por ciudadanos árabes o sus descendientes.A pesar de la buena acogida que tenia entre los familiares y amigos de su amigovio,Martica se mostraba mas triste que de costumbre,quizá por el frío, la lluvia, el viento o la nieve,sin los cuales, el clima de Bruselas seria el mejor del mundo;esa ciudad oscura aunque le parecía bonita,junto a la tristeza de la ausencia de sus hijos,le hacia cada vez taciturna;la búsqueda de documentos era igual de dispendiosa y lenta que en España,pero tenia un aliciente: las horas de trabajo se las pagaban  a 2 o 3 euros mas que en España lo que le daba la posibilidad de ahorrar algo mas o aumentar la cuota que mandaba a su mama para la manutención de sus hijos.
Así transcurrieron sus primeros dos años de ausencia de sus amores,sus dos hijos;un 20 de Julio,que la colonia colombiana festejaba en un gran parque de Bruselas,Martica invito a su amigo para que degustara la comida,la bebida y la música de su patria;paso un buen día,un poco mas alegre que todos los que había vivido desde su salida de Colombia.Esa noche, al llegar a su pequeño apartamento,sintió de repente un fuerte dolor en el estomago que ella y su amigo atribuyeron "al aji que le había puesto a las empanadas" que había comido en demasía, quizá intentando recuperar todos los días que llevaba sin ver su tierra.
Al día siguiente del festejo Martica salió para su trabajo como de costumbre;a pesar de ser pleno verano,el día amaneció lluvioso y con mucho viento;llegó hasta la estación del metro,abordó un vagón que le acercaba hasta una parada de tranvía el cual a su vez le acercaba hasta la parada del autobús que le llevaría definitivamente hasta su lugar de trabajo.No más llegar al trabajo se preparó un buen café para darse animo e iniciar su labor;cogió la racleta,el balde y algún trapo y se dispuso a empezar con las escaleras que llevaban hasta la cava,un pequeño sótano donde se encontraban los baños;no alcanzó a llegar hasta el final de la escalera cuando el fuerte dolor de estomago del día anterior hizo de nuevo su aparición y esta vez culpó al café pensando que lo había preparado muy cargado;el dolor duró algunos minutos más que antes,aguantó un poco y fianalmente logró realizar sus labores.
Esa noche comentó con su compañero sobre la reaparición del cólico y este le aconsejó que buscar atención medica,pero ella le quitó toda importancia pues no era la primera vez que la barriga le molestaba;Su vida continuó,su rutina diaria y de fin de semana era la misma y de la misma manera,el cólico había terminado por formar parte de esa rutina y hasta le servía de despertador pues infaliblemente ,un poco antes de las cinco de cada mañana hacia su aparición,cada vez mas fuerte y con mas duración;su amigo marroquí le discutió fuertemente pues le parecía que ella era muy descuidada con su salud ante lo cual ella terminó por prometerle que buscaría ayuda medica después que volvieran del paseo a París que tenían planeado para principios del otoño,pues ella por nada del mundo quería perderse la realización de uno de sus mas preciados sueños:conocer algo de París,visitar su gran torre,caminar junto al Sena y por los jardines de Trocadero,no, su cólico podría esperar.

Para principios de Octubre por fin ,un día sábado partieron en un carro propiedad de los padres de su amigo, rumbo a la Ciudad Luz;apenas algo mas de tres horas les separaba de su objetivo;llegaron a la ciudad,buscaron un lugar donde aparcar el carro y se dedicaron a caminar en búsqueda de los lugares mas emblemáticos de la ciudad:pasearon junto a la gran torre,los jardines de trocadero,luego tomaron de nuevo el carro se fueron a buscar el célebre cabaret moulin rouge,y por último se acercaron a la no menos nombrada Notre Dame;tomaron muchas fotos y al final de la tarde se prepararon para regresar a Bruselas;empezaron a buscar la salida norte de París y a los pocos minutos el cólico hizo su aparición,con mas fuerza que de costumbre hasta el punto que los gritos y las lágrimas hicieron presencia en Martica que hasta ese momento lo había aprendido a soportar con apenas algunos lamentos.
El dolor se hizo insoportable y su amigo decidió que era hora de buscar un hospital y así lo hizo; apenas llegaron a Bruselas,el amigo fue directamente al Saint Pierre,hospital al que acudían la mayoría de inmigrantes;Martica fue ingresada por urgencias y al cabo de algunos minutos le informaron a su amigo que debía autorizar unos exámenes especiales;pasadas varias horas, apareció un médico quien sin demasiados preámbulos le indicó que su amiga debía quedarse ingresada para un estudio mas profundo de sus dolencias,que él podía acercarse al día siguiente por mas información.
Al día siguiente,efectivamente su amigo se acercó al hospital;primero fue interrogado sobre su parentesco con la paciente y finalmente le informaron que su amiga,la colombiana,tenia cáncer,que estaba bastante avanzado con posible metástasis hacia otros órganos próximos al hígado,donde se había iniciado.
El amigo consiguió subir a la habitación donde se encontraba Martha y no sabia que responder ante la serie de preguntas ansiosas y repetitivas de ella;parecía que  intuía algo pues al final,ella misma se dio la respuesta con una de esas preguntas:¿tengo algo grave cierto?;¿tengo cancer o qué?;ante el silencio del chico marroquí,Martha terminó por entender que su pregunta era a la vez respuesta y empezó a llorar desconsolada,llegaron a su memoria sus pequeños hijos y su madre,su mundo a la vez tan pequeño y tan inmenso.
Martrha tomó la desición de no contar nada a su madre,se sometió a las radiaciones que no surtieron efecto,luego llegaron las quimios,luego de las cuales se sentía morir,acompañada siempre y por fortuna de su amigo marroquí quien había demostrado cuanto la apreciaba de verdad;él se había tomado la responsabilidad de girar algo de dinero a la madre de Martha, fruto de su propio trabajo,tratando de hacer creer que ella aun trabajaba cuando en realidad ya no salia del hospital pues el cáncer se hizo implacable y destruía el organismo de Martha poco a poco, hora tras hora;por su intermediación,Martha pensó en la consecución de una visa humanitaria para su madre y sus pequeños hijos,para que pudieran viajar y al menos verlos por última vez;los funcionarios encargados le hicieron ver que para eso, como mínimo su madre debía estar enterada de su estado;al final Martha accedió a que su madre se enterara;se comunicó a su madre la gravedad de su situación y se inició la búsqueda de la visa;era una carrera contra el reloj;los tramites eran lentos y el cáncer era veloz;al final se impuso el destino y Martha murió cuando las primeras nieves del invierno,blanqueaban las calles de Bruselas,los techos de sus casas,mientras en su lejana ciudad,el sol intentaba derretir el asfalto y una abuela y sus dos nietos,esperaban ansiosos el regreso de una mujer soñadora y luchadora y sus sueños,todos ellos convertidos en ceniza;Martha fue cremada,repatriar su cuerpo fue un último sueño inalcanzable.























jueves, 23 de agosto de 2012

NEGRO,RUSO Y SIN PAPELES.


!!Tiene papeles!!?era la pregunta cotidiana que el negro Eugenio le hacia a los habitantes de las casas de los diferentes barrios de Cali por donde él pasaba empujando su carreta de madera,
 alquilada allá por los lados del Calvario;siempre preguntaba por esos papeles y por las botellas de vidrio;al final de la tarde,en el mismo sitio donde entregaba la carreta,vendía todo lo que había logrado reunir,pagaba el alquiler de la carreta y se retiraba a su cuarto en la casa de inquilinato de la 11 con 11.
Pasó varios años desempeñando esa labor hasta que un día cualquiera ,la suerte o la mala suerte, le hizo coincidir en un edificio en construccion por los lados del Peñón con un antiguo conocido que se desempeñaba como almacenista de los materiales;ese día quedó de encontrarse con su amigo cuando éste terminara su labor después de las seis de la tarde.
Durante la reunión,su amigo le habló de que dejara ese trabajo tan mal pagado y mal visto y se viniera a trabajar la rusa,que allí estaban pagando bien a los ayudantes y que él podía hablar con el maestro de la obra para que le recibieran.A Eugenio la idea le quedó sonando y le dijo a su amigo que se lo pensaría y en un par de días se reportaba.
En efecto,se presentó a los días donde su amigo,éste habló con el maestro y Eugenio dejó la carreta de madera, los papeles y las botellas y los cambió por una carreta de latón y hierro, una botella de vidrio para llevar el café y unos papeles para meterle a las botas en lugar de medias.
El trabajo se le antojó mas duro;no era más fácil de ninguna manera,cargar cemento,descargar ladrillo y recibir ordenes a cada rato,que caminar la ciudad en plena libertad aunque a pleno sol,aunque si era mejor lo recibido como salario,cada fin de semana.
Después de casi dos años de trabajar en varias obras formando parte de la cuadrilla que el mismo maestro se encargaba de llevar a donde  conseguía labor,Eugenio le escuchó a su amigo el almacenista, que estaba pensando seriamente en irse del país,solo que no había decidido si intentarlo a los EEUU o a Europa.
Finalmente,el almacenista emigró hacia un país europeo y le dejó al negro Eugenio la promesa que le llamaría para contarle como era la vida en esos países tan lejanos.
Al cabo de tres meses,efectivamente,el almacenista llamó y le contó que las cosas estaban bastante bien,que estaba en España,que había mucho trabajo mas que nada en la rusa,que él mismo trabajaba ahora como ayudante,que si quería intentarlo,empezara por ahorrar plata para el pasaje y para mostrar en los aeropuertos y que él lo recibiría en el apartamento donde vivía.

De nuevo al negro Eugenio la cosa le sonó,además que él tenía algo de plata ahorrada,pues en la rusa ganaba mas que con la recogida de papeles y botellas y era juicioso aunque algo se gastaba en trago,marimba y en chachas.De hecho, había cambiado la vivienda en la 11 y se había conseguido una pieza por los lados de Alfonso Lopez,tenía su bicicleta y estaba planeando comprarse una moto aunque fuera de segunda.
Después de casi un año,los planes para reunirse con el almacenista en Europa estaban muy avanzados;había seguido las instrucciones de su amigo,contactó con una persona de una agencia de viajes,ésta le indicó como vestirse,que llevar en la maleta y que decir en los aeropuertos cuando fuera requerido y también le alquiló un cheque viajero,medio chimbo para que mostrara, al igual que le recomendó que los 500 dolares que llevaría los cambiara en billetes de 5 y 10 para que hicieran montón.
Llegó el día de marchar y el negro Eugenio salió para el aeropuerto muy tieso y muy majo,después de soportar toda clase de bromas de los amigos de la cuadra.En el aeropuerto también debió soportar el tonito burlón del policía que le preguntó a que iba a España y cuando le dijo que de vacaciones,faltó poco para que  el tombo se echara a reír.En el aeropuerto de Madrid,la misma pregunta, la misma respuesta,pero esta vez luego de una mirada que le recorrió de arriba a abajo por parte del funcionario de inmigración,un !bien venido a España!le indicó que ya estaba dentro de ese país,sin embargo caminó en dirección a la salida del aeropuerto con el oído atento a escuchar un terrorífico !hey señor! que le indicara que no hacia lo correcto,pero al contrario, escuchó un! hola guevón! de su amigo que apareció delante de él y le indicó por donde seguir,para después darle la bienvenida.
Luego de las consabidas preguntas y respuestas después de un viaje de esa categoría,su amigo le indicó donde dormiría,cuánto pagaría por la habitación,como distribuirían lo de la comida y demás;también le contó que había trabajo,mucho, en la rusa,que podía trabajar al negro,no porque el fuera negro,no, que allí hasta los blancos trabajaban al negro, una manera de llamar al trabajo ilegal.Que lo primordial era estar atentos a ver como se hacían  a la documentación legal,a los papeles.Le contó también que una  las formas mas usuales de conseguir los ansiados papeles era casándose con una española pero que eso valía plata,!ah! que de pronto a él se le facilitaría conseguirse una novia española pues a ellas le gustaban muchos los hombres de piel oscura;esto a Eugenio le sonó a fábula,acostumbrado como estaba a sufrir el menosprecio de las mujeres blancas en su Cali del alma.
Empezó a trabajar de nuevo por intermediacion de su amigo el almacenista,quien se había convertido en casi un hermano mayor y en su manager a la hora de ubicarle en los trabajos.Los patronos le advirtieron eso si que si escuchaba la voz de alerta sobre la llegada de autoridades a la obra,debía tratar de desaparecer como fuera,pues si le pillaban,a él le deportarían y a los dueños de la empresa "se les caería el pelo",o sea, los multarían tan fuertemente que seguro tendrían que cerrar.
Pasaron varios meses durante los cuales Eugenio siguió pensando en como conseguir sus "peipers".De nuevo,pasado algún tiempo,su amigo el almacenista le dijo que se iba para Francia,que si lo seguía,que estaban llevando gente para coger uva;Eugenio ese día decidió que se quedaría solo,que ya estaba bien de seguir el ritmo del amigo,que se quedaría y conseguiría sus peipers él solito y a como diera lugar.
El amigo andariego se marchó según le dijo hacia la bretaña francesa y a Eugenio le vino a la memoria el nombre de los buses verde bretaña que tanto había usado en Cali para movilizarse y sintió que era conocedor ahora del origen de esa palabreja que servía para nombrar buses y hasta un barrio,allá en su ciudad;siguió decidido a obtener los llamados peipers en su jerga aprendida  laborando en la "rusa",esa otra extraña manera de llamar las labores de construcción tanto en Cali como casi en todo el valle del cauca;buscó y encontró amistades y amores entre las mujeres españolas de su entorno que de verdad apreciaban mucho a los hombres de color,de color negro,pero descubrió que no era tan fácil aquello de casarse para obtener papeles.Pasó en esa rutina del trabajo ilegal otro año más y un día cualquiera de verano,cuando la mayoría de españoles pedian sus vacaciones y los extranjeros les reemplazan, sus jefes le informaron que le enviarían a trabajar en la restauración de una villa campestre donde estaría menos propenso a que le cogiera una inspección laboral en búsqueda de ilegales.Viajó hasta una población cercana a la ciudad donde se encontraba y junto a otros compañeros  extranjeros inició la labor encomendada.Lo sucedido al cuarto día de labor en la villa campestre, le inició en el convencimiento filosófico de que "al que nace pa martillo,del cielo le caen los clavos";el encargado de la obra le dio una indicación simple y cotidiana de limpiar un poco los alrededores de la casa y que reuniera la basura en el centro del patio para quemarla.Obediente como siempre, Eugenio lo hizo,y al  poco tiempo una ráfaga de viento repentina,levantó un trozo de papel encendido y lo llevó hasta unos matorrales cercanos que prendieron como gasolina e iniciaron un incendio;entre todos los trabajadores intentaron sofocarlo pero no lo lograron y  entonces apareció un camión de bomberos acompañado de una patrulla de la guardia civil .Los bomberos sofocaron el incendio mientras la guardia civil se daba un festín con los indocumentados trabajadores de la villa,entre ellos Eugenio,a quien un guardia civil le preguntó de donde era y al responderle que de Colombia,le lanzó un interrogante que le  hizo viajar inevitablemente al pasado lejano!!:Tiene papeles!!?.
A las 48 horas de haber sido detenido,el negro Eugenio sobrevolaba el Atlántico en un avión de Iberia con todos sus sueños recogidos en una pequeña maleta y dispuesto como siempre a desempeñar el papel que el destino le tuviera reservado,así fuera recogiendo de nuevo las botellas y claro está,los papeles, estos con mas orgullo, ahora que ya sabía todo el valor que tenían en otras latitudes , en países  más modernos,no como en su Cali ,donde a los papeles y al color negro,se les daba tan poco valor.


viernes, 20 de julio de 2012

EL SASTRE CON LOS PIES HINCHADOS


!Esto que le voy a contar es muy serio!le dijo misia Adalgiza a mi mamá el día que le estaba contando un chisme sobre la particular historia de Julian,el sastre que le confeccionaba las camisas y los pantalones a los muchachos de la esquina que se reunían bajo el palo de mango del anden de misia Teresa.
Julian era el único que cosía siguiendo todas las indicaciones de los muchachos,quienes eran verdaderos diseñadores de moda en aquella época;!quiero 18 de rodilla y 40 de bota!;pongame unos boleros en la pechera de la camisa y el cuello más largo y más alto!,los pasadores del pantalón anchos y con forma de rombo,el tiro más corto y muchas más indicaciones,que seguidas al pie de la letra,hacían de Julian,el preferido por los muchachos;pero las malas lenguas,infaltables en todo barrio,distribuían historias que pintaban a Julian como un hombre con inclinaciones homosexuales,solo porque a su sastreria acudían casi exclusivamente hombres jóvenes y a Julian no se le conocía novia o algo parecido;vivía solo,junto a su madre,una mujer relativamente joven,reservada,silenciosa,solitaria,con un cierto aire,a decir de las vecinas, de amargura o tristeza.
Misia Adalgiza había entablado una llamativa amistad con Julian, luego de llevarle unos pantalones de don Francisco,para que le reforzara las costuras y antes le cogiera algunos prenses en la pretina pues según ella !Francisco cada día estaba más flaco!.
Al parecer, durante un día de fiesta de la madre,don Francisco trabajó y misia Adalgiza se reunió con Julian y su Madre a festejarlo,y terminaron bebiendo,abrazándose,llorando y haciéndose confidencias.
De todas las confidencias,la más asombrosa no logró ser guardada con toda la discreción que en medio de boleros ,rancheras,abrazos y lágrimas,se le había hecho prometer a misia Adalgiza y escapó de su boca.
A Julian,su papá y mamá le habían abandonado siendo un niño de escasos dos años,en una vereda del Tolima,huyendo decían de la violencia;el niño quedó inicialmente a cargo de los abuelos quienes posteriormente fueron asesinados para quitarles su tierra y entonces terminó en manos de unos vecinos caritativos;el padre y la madre de Julian eran muy jóvenes,pues ella tenia escasos quince y él se aproximaba a los veinte,algo muy común en el campo.
Cuando Julian cumplió mayoría de edad,enterado desde mucho antes de la historia de su vida,decidió buscar a sus padres.Las únicas pistas que tenía,eran sobre su madre,un apodo que quizá aún le acompañara:la romana;el apodo provenía de el uso de unas sandalias por parte de su madre,especialmente los días de mercado o fin de semana cuando todos lucían sus mejores prendas,que tenían unas cuerdas para atarlas,que llegaban envolviendo sus piernas hasta la pantorrilla,como las de los antiguos romanos de las películas de semana santa.De su padre no había señas especiales.
Partió en su búsqueda y su primera parada fue en una vereda del centro del valle,donde trabajó unos días en una recogida de algodón;la fatalidad hizo que se viera mezclado en una reyerta callejera en las afueras de la población,el día que había recibido la paga y se tomaba unas cervezas en un pequeño burdel.Uno de los asistentes le buscó pelea y el trató de evitarla saliendo del local;el hombre que doblaba la edad de Julian y conocedor de la población,le espero en un camino solitario y salió desafiante con un cuchillo;Julian le desarmó con una piedra y con ella misma le golpeó en la cabeza dejándole inconsciente;esa misma noche buscó trasporte a cali donde llegó entrada la madrugada.
Se instaló en un cuarto de una pensión de mala muerte cerca al parque Santa Rosa y pasó varios días buscando algún oficio para ganarse la vida,establecerse y luego llevar a cabo el objeto de su viaje:la búsqueda de sus padres.
Consiguió trabajo como ayudante en un granero de la galería central y en sus ratos libres,ayudaba a un sastre que vivía en la misma pensión,con la intensión secreta de aprender el arte.
Con el sastre hacía salidas nocturnas los fines de semana para beber y buscar compañía femenina;en una de éstas salidas,se entusiasmó con una copera,madura,que le trataba con alguna preferencia;durante varias visitas al bar logró entablar algo de amistad con ella,hasta que llegó el día en que él le propuso pasar la noche juntos,luego que ella acabara el turno en el
establecimiento.

La mujer terminó por aceptar las propuestas de Julian y efectivamente estuvieron bebiendo juntos hasta que el bar cerró y ella quedó en libertad de hacer su voluntad.Julian llevó a la mujer hasta el cuarto que ocupaba en la pensión ;la experiencia de la mujer unida a la fogosidad del joven,hicieron de aquella una noche especial.
Al final, ambos se quedaron dormidos y despertaron cuando ya la mañana estaba avanzada;tendidos en el lecho,empezaron a conversar ,cada uno interesado en saber algo de la vida del otro,pues ambos presentían que un afecto especial había surgido entre ellos.
La mujer,ante los requerimientos de Julian para que le contara algo de su vida,se escapó de esa encerrona de la forma tradicional:le contó que su vida era muy simple y nada nuevo podría encontrar en la de ella,una prostituta de bar y que quizá lo único relevante era que hacia algunos meses se había convertido en viuda por culpa de una pelea de su marido en una población cercana.
Seguidamente,la mujer instó a Julian a que contara algo de su vida,que hacia,de donde era y demás cosas,sencillas, para ocupar el tiempo del reposo después del desfogue de la pasión.Julian le dijo a la mujer que de su vida lo mas importante era el motivo que le había traído a cali:la búsqueda de una mujer a la que apodaban La Romana y al esposo de ella.
Llegado a este punto de su narración,la mujer le interrumpió y le dijo:Yo soy de ese pueblo de donde tu vienes y me apodaban La Romana,para que me buscas?.
Misiá Adalgiza le pidió a mi mamá que por favor guardara este secreto,que era una historia que le provocaba muchas preguntas,que ahora entendía la tristeza que les parecía encontrar en el semblante de la mujer,la soledad,el aislamiento de Julian.
Mi mamá le recriminó precisamente la falta de fidelidad al ruego de Julian y su madre para que guardar la historia y le aseguró que jamas comentaria esto con nadie;lo hizo con mi padre, y nosotros, sus hijos,conocimos la historia por los dias en que la madre Julian murió,como parte de esas conversacionesque se desarrollan alrededor de un difunto.Julian se marchó del barrio a los pocos meses;misia Adalgiza tambien murió,no supimos jamas si contó a alguien mas lo que sabia.Entre nosotros,los de la familia,siempre ronda la pregunta Conseguria Julian sosiego y tranquilidad? y junto a ella nuestro deseo que asi haya sido.Era una buena persona y luego de su marcha,la moda de los muchachos se volvio un desastre.

lunes, 28 de noviembre de 2011

PRIMERA COMUNIÓN


\La verdad la llegada de ese dia no me ilusionaba especialmente,quizá solo a mi mamá la ilusión le rondaba.Ya había pasado el dia mas dificil que era el de la confesion pues yo no encontraba pecados para confesar y al final habia logrado confeccionar una especie de prontuario en el que incluí el robo de una bolas de cristal a uno de mis amigos,un trompo,pero ante la insistencia del cura sobre la existencia de pecados mas graves me vi obligado a incluir el "abuso de mi cuerpo" que mas tarde supe se llamaba masturbacion,pecado casi capital y que podia acarrear el tener como destino el infierno o convertirse en un idiota,aunque la verdad poco o nada me importaba pues despues de practicarla estaba seguro que ya habia conocido el paraiso y si era por lo de idiota,pues bien valia la pena convertirse en idiota.
Mi papa habia logrado hacer coincidir el recibo de la prima de junio con este acontecimiento y gracias a ello yo tendria vestido entero de dacron,zapatos nuevos y podria invitar a la mayoria de mis amigos de la cuadra a un desayuno con chocolate,pan , mantequilla y rodajas de mortadela,es decir,todo un banquete,la última cena,literalmente.
Luego del desayuno y despues de que se marcharan mis amigos,empezaron a llegar los familiares,cada uno con algún pequeño detalle para mi;de todos los que llegaban a casa,esperaba con especial atencion a un primo varios años mayor que yo ,el cual tenía una bicicleta monark de turismo,con la que yo me habia soñado muchas veces.
El primo llegó y yo no tardé mucho en pedirle que por favor me dejara dar una vuelta a la manzana en su monark;él accedió pero mi mamá intervino y negó el permiso pues adujo que esa n o era fecha para andar montando bicicleta.Yo quede bastante triste y a partir de ese momento la fiesta de mi primera comunion perdio todo interes.
Pasadas unas horas y ante mi gesto de apatia,una vecina me dijo que si queria,pasara por su casa y le dijera a su esposo que me prestara el triciclo de su hijo que tenia como mi edad y se encontraba de paseo donde los abuelos.Pedi permiso de nuevo a mi mama y esta vez ella accedio pues el triciclo era un vehiculo mas infantil y su uso no implicaba mayor ofensa para la celebracion.
Me encamine hasta la casa de la vecina en cuestion;llegue hasta la puerta y llame timidamente sin recibir respuesta;observe al final del corredor de la casa el ansiado triciclo,empuje un poco la puerta y el corazon me dio un vuelco pues estaba sin cerrar completamente.Espere unos minutos luego de tocar de nuevo y no recibor respuesta alguna para decirme a entrar.Lo hice y me diriji directo hasta donde se encontraba el ansiado triciclo;pase frente a una puerta que daba a una habitacion y al hacerlo escuche como respiraciones agitadas y la voz queda de una mujer que parecia suplicar por algo:como todo nino,curioso,me acerque a la puerta que estaba algo entreabierta y entonces si que mi corazon no solo dio un vuelco sino que parecia querer salirse de mi cuerpo;el esposo de la vecina,tenia la mitad de su cuerpo desnudo de cintura para abajo,con sus pantalones hasta sus pantorrillas,acostado encima de una mujer que era inqulina de esa misma casa y que tenia su vestido recogido hasta el pecho y cubria su denudez con el cuerpo del hombre,que se mecia acompasado sobre ella,como tratando de fundirla y hacerla una sola con el colchon.Me quede paralizado unos instantes,justo hasta el momento en que movidos por no se que fuerza oculta,los dos personajes de la vision enfocaron su vista hasta mi,incorporandose presurosos mientras me llamaban,imagine yo que para hacerme parte de su juego,que a mi me causaba algo asi como angustia o desazon.Sali corriendo de la casa en direccion a la mia a la que llegue con la respiracion agitada hasta cuando la vecina me pregunto si no habia cogido el triciclo y entonces yo simulando tranquilidad,le dije que no habia ido porque era mejor no hacer cosas que ofendieran a jesus en ocaciones como esa de la primera comunion.
El resto de la jornada lo pase en silencio,lo que fue motivo de mas de una broma de vecinos y amigos,como la vecina del triciclo,que insinuo que yo parecia mas bien asustado que feliz de haber recibido a jesus.
En la noche,los adultos se reunieron en mi casa,para reir,beber algo y bailar con el pretexto de mi celebracion;entre todos estaban la vecina del triciclo,su esposo y su inquilina,que en medio de risas y bromas,me prometieron regalarme en algun momento del futuro, un triciclo bien bonito.
Paso el tiempo, y los vecinos nunca me regalaron el triciclo,pues la inquilina tuvo un nino, y en esa casa todos se volcaron hacia el,y de regalos a otros ninos ni se hablaba,pues todos decian que ese nino no tenia papa y que, que pesar;yo tambien empece a pensar que tenian razon y ademas ya habia crecido lo suficiente para empezar a pensar en una bicicleta y olvidarme de triciclos y de historias relacionadas con el.

jueves, 2 de junio de 2011

POR LOS TEJADOS


Los pasos sobre los techos de las casas eran algo que se habìa convertido en parte de los sonidos de las noches de nuestro barrio.
Los vecinos comentaban entre si durante el dia las acciones que habian llevado a cabo cada uno durante esta o aquella noche en la cual los amigos de lo ajeno habian caminado sobre su tejado.A pesar de las condiciones dificiles de la economia,en cada casa no faltaba un pequeño radio como minima posesion para la comunicacion con el mundo nacional y hasta internacional y era a su vez objeto de deseo de los ladrones.
Junto al radio,la plancha o alguna olla mas cuidada que las otras,eran las posesiones preciadas de los habitantes del barrio.
Nuestra casa y sus enseres no eran muy diferentes a los de los demas habitantes de nuestra calle,nuestro barrio;teniamos un pequeño radio philips,un reloj despertador de doble campana,una pequeña plancha para la ropa y en las paredes de la sala colgados los retratos de las primeras comuniones de mis hermanas y yo junto a unos gobelinos muy chics y elegantes que no supe nunca de donde habian llegado hasta nuestra casa;ellos representaban figuras de fieras salvajes,uno de ellos a un imponente leon y el otro a dos jirafas.
Nuestra puerta principal era de madera y no representaba un gran obstaculo para quien decidiera violentarla, solo nos protegian la actitud de nuestro padre,siempre alerta durante las noches a pesar de su cansancio producto del trabajo arduo, y las oraciones de mama. La mañana de un domingo cualquiera,nuestro padre se levantò como de costumbre primero que todos nosotros para hacer algo que le gustaba mucho:preparar un desayuno especial aprovechando que el dia sabado recibia el salario semanal;su menµu preferido era "pericos con tostadas de platano y chocolate",y para nosotros sus hijos era toda una fiesta cuando percibiamos desde la cama el olor inconfundible de los huevos revueltos con cebolla y tomate revolcandose en el sarten.
Aquel domingo fuè especial pues ya despiertos en la cama no percibimos los aromas esperados en cambio escuchamos la exclamacion de papà dirigiendose a nuestra madre:!mija,se metieron los ladrones!;como resortes mis hermanas,mama y yo saltamos de la cama y salimos a la sala para encontrarnos con nuestro padre que contrario a lo esperado,con una son risa nerviosa nos informò de los enseres perdidos:el radio,la plancha,los gobelinos chics y el reloj despertador de dos campanas.tambien nosotros reimos,contagiados por papà y solo pasados algunos minutos luego de revisar que mas se habian llevado los cacos,acto innecesario pues solo nos quedaban las cobijas y nuestra escasa y apreciada ropa,tomamos conciencia que toda nuestra fortuna habia desaparecido.
A partir de ese suceso,nuestra vida sufrió alteraciones importantes;deambulabamos por nuestra casa sin saber en que invertir ese tiempo que antes empleabamos en escuchar las noticias o las radionovelas de misterio, de intriga o los novelones de amor y dolor;tambien nuestra ropa empezó mostrar los signos de la ausencia de la plancha y nosotros y nuestros padres empezamos a vivir los sobresaltos al escuchar a papa decirle apresuradoa nuestra madre:!mija, nos cogió el dia! cuando el canto de algun gallo en un solar vecino no lograba reemplazar a nuestro reloj de doble campana.Por suerte,perteneciamos a esa clase social acostumbrada a perder hasta lo que nunca habia llegado a tener y a soñar con lo que quizá nunca tendría y entonces nuestro espiritu se encontraba siempre dispuesto para nuevas luchas,para volver a empezar;y volvimos a empezar y cuando ya nos acostumbrabamos a despertar juiciosos con el canto de algun gallo en un patio vecino,a poner los uniformes debajo del colchon para quitarles las arrugas y reunirnos en las tardes y noches en el patio a contar historias de aparecidos reempazando las radionovelas,un dia papá llegó con la noticia de que en la fábrica le prestarian plata para compar alguno de los enseres perdidos;sometido todo a votacion,por unanimidad,se decidió que el radio era lo mas necesario y entonces papá aparecio un dia sabado con un Neuyorker de ojo magico que se iuminaba cuando la emisora era sintonizada correctamente.Volvimos a reunirnos al rededor del radio como seguramente lo hicieron los primitivos al rededor de un fuego y volvimos a escuchar a Chan li po y demas personajes de las novelas y noticias,mientras los mas pequeños empezabamos a soñar con el momento en que pudiesemos ver a aquellos seres que imaginabamos se encotraban dentro de la radio;de todos ,papa fue quien salio menos favorecido pues en el nuevo radio no se podia sintonizar ni a la voz de los estados unidos ni a radio habana,pero ese equilibrio anterior habia sido roto pues si se escuchaba al "capitan silver" quien se encargaba de combatir el comunismo en el caribe,desde su pequeño barco el lobo del mar;papa busco el equilibrio consiguiendo gramma,el periodico de la revolucion cubana y todo pareciò volver de nuevo a la normalidad y de vez en cuando,escuchabamos tarde en la noche o el amanecer algunos pasos en los tejados recordandonos que nuestra fortuna siempre estaria amenazada.

domingo, 1 de mayo de 2011

TODO TIEMPO PASADO......FUÉ MEJOR,?


"Ya no hay guapos como antes,
ya desaparecieron;
De puñal o puño limpio,
sin mansalva,sin encierro,
solo asesinos a sueldo o muchachitos fijeros.
Ya no hay guapos como antes,
los mas ya se murieron,
los menos ya son abuelos"



Al "papi" lo respetaban en las calles del barrio por su habilidad para el futbol,capacidad para los puños y su actitud siempre respetuosa hacia las demas personas.
Nunca abusaba de esas sus capacidades fisicas para imponerse sobre los demas,aun en un barrio donde precisamente,los débiles eran victimas predilectas de los malvivientes.
Gozar de respeto y hasta admiracion,era contradictoriamente motivo para que otros individuos de igual reputacion,se plantearan buscar el desafio para luego de vencer al mas respetado de determinada cuadra,sus dominios se vieran expandidos.
A esta situacion se vio abocado el "papi",pues otro sujeto de cartel,habitante de un barrio mas refundido de las zonas populares,hizo su aparicion un dia,de forma taimada.Llego pididendo chico para jugar en un partido que se habia organizado en la cuadra;algunos ya conociamos de las andanzas del sujeto y presentimos al igual que el "papi",que el partido se trasformaria en algo menos agradable de lo que se acostumbraba;no se brindaria con gaseosas pagadas por los perdedores,no nos sentariamos sin camisa sobre los prados de los andenes a comentar las incidencias del encuentro,pero no se podia evitar el destino.
Todo en apariencia estaba bien hasta que el "papi" realizo una de sus jugadas predilectas,pasar el balon por entre las piernas de un contrario,con el agravante que esta vez el "agraciado" fue el sujeto llegado de otra manada;el hombre no soporto el agravio y respondio con una patada llena de mala intencion;"papi" y el contrario intercambiaron insultos y amenazas hasta que el extraño lanzo el desafio: !nos vemos por la tarde detras de la escuela!.
Alli,junto al lugar donde acudiamos para buscar hacernos mas civilizados,nos reunimos para realizar uno de los actos mas ancestrales de la raza humana:ejercer el poder fisico sobre otros individuos de su misma especie.
El extraño llego acompañado como era de esperarse,por un grupo de amigos e incondicionales.
Ambos contendores se despojaron de sus camisas y empezaron a danzar uno frente al otro,buscando el momento preciso para descargar un golpe que ojala lanzara al contrario al suelo y le informara de la superioridad de su oponente.El golpe llego de improviso y lo propino el "papi" en el higado del contrario que se retorció de dolor y fué incapaz de continuar el combate.No hubo mas insultos ni alardes de supremacia por parte del "papi" que se limitó a buscar su camisa y a emprender el regreso a nuestra calle,seguido por sus orgullosos compañeros de aventuras.
Así trascurrian los dias en nuestras calles donde algunos trabajaban durante la semana,otros estudiabamos y los menos,deambulaban sin rumbo hasta que llegara la noche y todos nos reunieramos en la esquina a repasar las cosas que nos habia deparado el dia.
Pasados algunos años,el "papi" que ya había engendrado dos pequeños hijos y era un juicioso hombre de hogar,debió de afrontar una situación semejante a la ya narrada,cuando un jovencito que podia ser su hijo por su extrema juventud,le desafió sin que mediara motivo alguno,a "mostrar lo varon que era";fiel a su tradicion,el "papi" buscó convencer al muchacho de lo estupido de su actitud y de lo inutil de la confrontacion,pero solo recibió como respuesta algunos insultos y un disparo en el pecho que por poco le quita la vida.
El "papi" logró recuperarse pero su salud quedó tocada para siempre limitandole para trabajar y continuar la lucha por su familia;caro pagó el haber traspasado con su fama de guapo,el umbral que divide los tiempos de la barbarie y los de la civilización y la modernidad

miércoles, 6 de abril de 2011

LAS FLORES DEL MAL


Mientras mamá lavaba nuestra ropa en el lavadero de la casa de inquilinato,nuestra hermana mayor se ocupaba de colaborar en el cuidado y distracción mia ya que era el más pequeño.Para facilitar la labor de mi cuidado,nuestro padre había construido un cajón con las tablas que le habian regalado en la fábrica,sobrantes de los embalajes en los cuales llegaban las materias primas y/o herramientas importadas desde paises en el otro lado del oceano;mi cajón obstentaba entonces letreros en pintura negra y en idiomas desconocidos y misteriosos.
Nuestra madre repartía su tiempo en jabonar una cantidad de ropa,ir hasta la cocina a revisar las ollas y el estado de su contenido,regresar a enjuagar la ropa, estenderla en los alambres del patio y vuelta de nuevo a la cocina. Yo,Como todos los niños del planeta,creo, lloriqueaba y pedia atención continuamente,la cual me proporcionaba segùn su capacidad,mi hermana mayor quien solo contaba con cuatro o cinco años;carritos de madera,muñecos de trapo,y cualquier cosa que calmara mi llanto iba a parar al fondo de mi cajón.
Un dia cualquiera,mi salud empezò a dar motivos de preocupación,ya que el vomito y una diarrea estomacal me acompañaron durante varios dias seguidos;los remedios caseros y los medicos no lograban controlarlos,hasta que un vecino,frustado medico,indicò que lo mio era una infección intestinal y con un fraso de estraptomana logró mi recuperación.
Lo mejor de todo fué que aquella especie de "mèdico a palos", se dedicò a buscar la causa de mi infección hasta descubrir que no era otra cosa que las flores de un árbol de resucitado junto al que se colocaba siempre el cajòn de mi cautiverio para aprovechar la sombra que proporcionaba y del cual mi pequeña hermana tomaba sus flores y me las entregaba al haber descubierto que su colorido y sabor dulzón lograban el milagro de calmar mi llanto.Al árbol como a mi hermana se les perdonò su falta,pero mi cajón se empezò a ubicar lejos de la sombra y las flores del resucitado.El tiempo ha pasado y durante su trascurso he disfrutado el almibar de algunas otras flores,que como aquellas de la infancia calmaron mis angustias y tristezas y que si me han hecho daño,estoy seguro que igualmente,lo hicieron sin intención.

miércoles, 2 de marzo de 2011

INSOPORTABLE INFINITO


El primer año de primaria lo había hecho en un colegio privado pues mis padres no lograron un cupo en la escuela pública a pesar de sus madrugones desde las cuatro de la mañana para hacer la cola respectiva.Lo de privado,era un decir pues aunque lo gestionaban particulares que cobraban mensualidad,carecía de las más mínimas comodidades,es decir, estaba "privado" de ellas.
Para el segundo año la suerte nos sonrió,o quizá madrugaron más mis padres y logré ingresar a una escuela que me encantó;tenía dos plantas,servicios sanitarios en ambas,mosaico reluciente,aseadoras,patio grande,jardines laterales,en suma,algo fuera de lugar;tiempo después supe que se había construido gracias a la colaboración de naciones extranjeras,quienes además proporcionaban leche,queso y pan,que se entregaba a los alumnos cada día después del recreo.
Además de las comodidades mencionadas,encontré un profesor a quien en forma particular recuerdo con cariño y gratitud por su paciencia,buen genio y sonrisa permanente;se llamaba Marco Tulio Oviedo.Desde el primer día de clase supe que me había tocado un ser especial para ayudarme a salir del socavón oscuro de la ignorancia, aunque yo,lo confieso,me resitiría.
Llegó con su traje gris,su corbata azul,se ubicó en una esquina de su escritorio,subió una pierna en él y empezó por pedirnos que nos presentáramos;colocó luego sus útiles personales sobre el escritorio entre los que sobresalía un regla de madera de casi metro y medio de largo,que nos causó la impresión acostumbrada pues bien sabíamos para que se utilizaba;ésta vez, el profe Oviedo nos informó que estábamos equivocados al ver nuestra expresión:"esa regla es solo para señalar puntos muy altos en el tablero",nosotros sonreímos,creyendo poco,pero el tiempo nos mostraría que estábamos equivocados pues el profe no era un convencido de que la letra con sangre entraba.
Personalmente descubrí lo benévolo del carácter del profe Oviedo;un día cualquiera,al enseñarnos sobre los números naturales,al final de sus explicaciones,nos preguntó sobre dudas que pudiéramos tener o algo que no estuviese muy claro;ante el silencio del grupo,levanté la mano para expresar mi incredulidad sobre un dato en particular:el carácter infinito de los números;yo no concebía tal afirmación,para mi la eternidad era inaceptable además de aburrida.
El profe,con su sonrisa de cada día me instó a tomar un número cualquiera y a multiplicarlo de la misma manera,por uno cualquiera,diferente a cero y uno;el resultado fue claro y entonces me dijo que podría hacerlo así las veces que quisiera para comprobar lo infinito de los números.
Me fui a casa,acongojado más por mi inconformidad que por las burlas de mis compañeros a quienes yo consideraba solamente unos cobardes que aceptaban todo de la manera más fácil sin tener el mínimo valor de cuestionar lo que escuchaban.En casa,me puse a anexar números a uno previo,a multiplicar y multiplicar hasta que las hojas arrancadas a mi cuaderno se terminaron y llegó la hora de acostarse.
Al día siguiente,en un alto en medio de las clases,el profe me preguntó si había aceptado al final,lo infinito de los números;los compañeros rieron con gusto,el profe pidió silencio y yo respondí que había hecho varias pruebas hasta que llegó la hora de acostarme y que no había logrado encontrar el "último número";entonces el profe me preguntó sobre la conclusión que me quedaba de esa experiencia;seguramente todos esperaban mi rendición,pero no fué tal,pues de la manera más descarada le expliqué mi conclusión:!los números no son infinitos,lo que nos falta es tiempo para seguir buscando su fin!.El profe sonrió y me dijo:ya lo encontrarás!,los compañeros,como cosa rara,ni rieron ni nada.
Pasaron los años y me gradué en la primaria,con "accésit" incluido y varias salidas al homenaje a la bandera;nunca supe más del profe Oviedo,pero igualmente nunca lo olvidé;imposible olvidar a alguien que jamás descalificó mi búsqueda "del fin del infinito";ahora,después de décadas,no me sigue gustando la eternidad,aunque ya invierto menos tiempo en multiplicar números,ya llegará su fin,aunque no lo busque.

miércoles, 2 de febrero de 2011

EL COLOR DE LOS ÁNGELES

Los inviernos eran seguros y constantes;cuando llegaban,el patio de la pequeña casa se volvía un lodazal.La casa tenía solo tres piezas una pequeña cocina, ese patio de barro,un bombillo amarillento en el corredor.
En una de las piezas vivía una pareja sin hijos,negros ambos.La mujer vendía por las calles un día plátanos,otro chontaduros y hasta pescado,siempre colocando la mercancía dentro de un platón metálico que colocaba sobre un trapo rojo enrollado en su cabeza;el hombre salía muy temprano a rebuscarse descargando camiones en la galería central.
Mis padres,mis hermanas y yo,ocupabamos las otras dos piezas.Solo mi hermana mayor estudiaba y mi otra hermana y yo pasábamos los días jugando y ayudando en alguna labor de la casa.El trabajo de mi padre no era muy rentable,como casi todos los que realizaban las personas de nuestra clase;su salario apenas alcanzaba para el arriendo,los servicios y algo de alimentacion;a mi padre le pagaban cada sábado y era una constante que al llegar el día viernes,en el pequeño cajón de madera que oficiaba de alacena,solo habían algunas tiras de cebolla marchitas y unos pocos granos de arroz esparcidos sobre sus tablas.En esos viernes eternos,a mi hermana no la mandaban a estudiar pues a nuestros padres les parecía muy duro que un niño pasara tantas horas en la escuela sin probar alimento,entonces los tres nos entreteníamos jugando por la casa o sobre alguna cama con las almohadas mientras mamá cosía y recosía algún pantalón de papá o mio,o alguna bata de mis hermanas.Generalmente,nuestra energía para los juegos disminuía después del medio día y entonces nos divertíamos acostados en las camas,colocando la oreja sobre el estómago de uno de nosotros para escuchar el ruido que hacían nuestras tripas y reírnos,sin ser consientes de la angustia de mamá que nos miraba y suspiraba.
Un viernes de aquellos,mientras transcurría la rutina habitual,escuchamos al inquilino que siempre regresaba más pronto que su mujer,haciendo algo en la cocina y nos llegaba el ruido y el olor de la manteca caliente;el olor característico de la manteca donde ya se ha freído algo con anterioridad,no nos permitía concentrarnos en el juego ni a mi mamá en su tarea de coser por enésima vez una de nuestra medias;el saber que debíamos esperar a la llegada de papá,más allá de las siete de la noche para que mamá fuera hasta la tienda y comprara algo para cocinar,nos llenaba de más desaliento que el que ya nos producía el largo día sin probar alimento.
Cuando más desaliento teníamos y ya ni jugábamos,apareció el inquilino negro,cubierto por una eterna camiseta amarillenta,con una olleta en una mano y un vianda metálico en la otra,y desde la puerta ofrecía ambos utensilios a mi mamá y le decía:!tenga vecina,pa'que los muchachos calmen la fatiga!
Mi madre los recibía con agradecimientos y luego nos hacía sentar en circulo,nos ponía algo de la aguapanela que venía en la olleta en algunos vasos,y en el centro,el vianda que venía repleto de trozos de yuca frita espolvoreada con sal:!coman sin pelear! y ella continuaba su labor de remendar.
Jamás pude olvidar esos momentos y esa persona,y cuando escuchaba a mamá cantar en el lavadero,una vieja canción que hablaba de reclamar a un artista pintor el no haberse acordado de pintar algún ángel negro,pensaba que tenía razón,pues yo había visto un ángel,y era negro,y llevaba puesta una camiseta amarillenta.

domingo, 2 de enero de 2011

TROZOS DE VIDRIOS VERDES

Me aproximaba a los doce años cuando un día mi mamá organizó viaje para visitar a una familia amiga que habían conocido cuando mi papá trabajaba en la fábrica de tejas y ladrillos en medio de la loma de cristo rey;me entusiasmaba mucho volver a estar cerca de personas que habían compartido con nosotros momentos felices y claro,también los que no lo fueron tanto.
La familia nombrada vivía entonces en un barrio muy cercano a la loma de cristo rey,tirando para la carretera;yo recordaba que ellos no tenían aun hijos varones pero si dos hijas,una de las cuales,la menor,me superaba en dos o tres años y era la más callada de ellas además de ser la que más me gustaba.Llegamos a la casa,que seguía siendo humilde y rodeada de pequeñas lomas de tierra amontonadas por las máquinas de la fábrica,que ya había dejado de funcionar;el recibimiento fue tan especial como suelen ser los recibimientos entre las personas sencillas y humildes que solo tienen afecto para compartir en abundancia.Se encontraban solas la señora Encarnación y su hija menor,quienes nos contaron que su otra hija y su esposo y padre se habían marchado a visitar a sus abuelos paternos.Nos ofrecieron almuerzo y luego de éste,la señora Encarna invitó a mi mamá a enseñarle su nueva máquina de coser singer de pedal,que le había regalado su marido para el último día de la madre;empezó por decirle que se le podía poner motor y así la costura sería más suave y muchas cosas más;mientras las madres conversaban y compartían conocimientos,yo salí hacia el patio que daba contra una pequeña loma de tierra;al poco rato apareció la hija de misia Encarna y me propuso que le ayudara a buscar trozos de vidrio que se encontraban medio escondidos entre la tierra del camino y las lomas,me indicó que solo los que fueran de color verde,esos que quedan de las botellas de vino o bebidas especiales que los técnicos que una vez llegaron a la fábrica,acostumbraban consumir.Yo accedí y empezamos a caminar mirando el suelo y los bordes de las lomas;ella parecía tener un don especial pues cada cierta cantidad de metros de recorrido,se inclinaba y recogía trozos,mientras que yo no encontraba ninguno;cuando nos habíamos alejado un buen trecho de la casa,en un recodo del camino y entre dos lomas,apareció una especie de cueva pequeña,al parecer formada caprichosamente por la lluvia;su piso estaba cubierto de pasto verde muy limpio.Mi guía dejó a un lado los trozos de vidrio recogidos y sin motivo aparente y sin mediar palabra alguna,levantó su vestido,enseñándome su sexo,un pequeño manojo de pelo muy negro y me preguntó si me gustaba;no recuerdo si respondí y si lo hice,lo que respondí;solo recuerdo que sentía mi corazón avanzando hacia mi garganta y latiendo muy fuerte,y presentía que muy pronto saldría expulsado por mi boca.
Ante mi estupor e inacción,la hija menor de misia Encarna,se encargó de todos los actos de la ceremonia,incluido claro está,bajar mis calzonarias de mis hombros para que mis pantalones quedaran libres;se tendió sobre el pasto muy limpio y me invitó a hacer lo mismo,pero sobre ella;lo que pasó en los minutos siguientes,es una suma de sensaciones borrosas,extrañas,nuevas,imposibles de narrar con veracidad;quizá fueron minutos,pero a mi me parecieron muchas horas de viaje por senderos desconocidos,pero seguramente soñados con anterioridad.
Ella indicó cuando ponernos en pie,colocó calzonarias y pantalón en su sitio y sin mediar palabra,al igual que al inicio,recogió los trozos de vidrio y me indicó que mirara hacia el sol a través de uno de ellos,para que descubriera que existía otro mundo paralelo al nuestro;en verdad así era,pues el sol radiante y enceguecedor,se tornaba brillante pero sin lograra herir mis ojos,desprovisto del resplandor de su alrededor,y era un disco verdosos,nítido.En esos precisos momentos,aparecieron tras la loma,mi madre y la de mi guia,que preguntaron que estábamos haciendo;yo quedé mudo,pero mi acompañante explicó que me enseñaba a mirar el sol de una manera diferente,con los vidrios verdes;mi mamá me recomendó cuidado para que no me fuera a hacer daño y misia Encarna le comentó que su hija !era como loca! pues siempre estaba recogiendo y tirando trozos de esos vidrios para enseñarle lo mismo a los ocacionales niños que les visitaban.
La visita terminó,nos marchamos mi madre y yo,y en el camino hasta el paradero del bus,ella me preguntó si la había pasado bien y si me había gustado lo que me había enseñado la hija menor de misia Encarna;yo le contesté que sí,porque ahora sabía que existía un mundo paralelo al nuestro,al que se podía acceder simplemente mirando a través de un trozo de vidrio verde.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL TURCO


Era època de llegada de personas de otras latitudes tanto nacionales como internacionales.Personas que llegaban a nuestra ciudad desde pueblos lejanos de nuestra geografía y desde pueblos lejanos de la geografía universal,todos buscaban lo mismo:trabajo,alimento,vivienda para ellos y sus familias.
Quienes llegaban del extranjero,buscaban y obtenian acomodo en las empresas que empezaban a florecer,como tecnicos,algunos reales y otros avalados por sus compatriotas que habian llegado antes.Quienes llegaban de lugares de nuestra geografia buscaban y encontraban acomodo en los barrios que empezaban a florecer o en algunos ya establecidos.
En el nuestro,el vecindario era de lo más variado;habian personas de pueblos del Tolima,del Quindio,de Nariño y hasta de la costa atlantica;crecí envuelto en acentos variados,en esa especie de aroma de las palabras junto a esos aromas y sabores de las cocinas.Unos y otros se fueron integrando,mezclandose con los nuestros y dando origen a nuevas formas de hablar y de cocinar.Con el paso del tiempo,todo formó una nueva identidad para nuestra ciudad,imperceptible,que se tomó como algo natural,sin causar trauma alguno,identificados como estábamos en la búsqueda de objetivos comunes y primordiales.
En las fábricas,ocurria algo semejante,los obreros y empleados nacionales,aprendian de los gerentes y mandos medios extranjeros,sus curiosas maneras de llamar las cosas,sus comidas y a la vez,enseñaban a ellos las nuestras.
Mi padre,cada día nos contaba sobre algún nuevo "técnico" llegado de Suecia,de Italia o de otra nación europea;para él,ese contacto con personas de tierras tan lejanas,era el nuevo método para saciar sus ansias de conocer otras culturas,sumado al de la lectura,del que se había servido anteriormente.
En el barrio,las necesidades diarias de toda índole,clamaban por soluciones,y algunas de ellas llegaron gracias a la inventiva de ciudadanos llegados en esa especie de nueva conquista,serena y pacifica,en oposición a la de más de cuatro siglos atras.
Todas las familias llegadas al barrio carecian de cosas elementales como sábanas, cobijas,algun utensilio de cocina y algo que se deseaba y buscaba con desesperación,ante el ataque despiadado de los zancudos:un toldillo.
El toldillo y los otros utensilios deseados,hicieron su entrada triunfal en nuestro barrio y los aledaños,de la mano de unos hombres cuya manera de hablar causaba gracia y servía de llamada para la venta;eran extranjeros,venidos del otro lado del mar y que el imaginario popular terminó por bautizar como "turcos",aunque tal vez ninguno provenía de esa nación,pero para nosotros,todos los que vendian toldillos,cobijas,cucharones,coladores,telas y demas,eran eso,turcos.
Habiles mercaderes,descendientes de pueblos curtidos en el arte de vender cualquier cosa y ademas de cobrarla por valores muchas veces mayores a lo que les costaba,pero eran la solucion a nuestras necesidades,ademas,que otorgaban la ventaja de "fiar",algo fundamental para quienes vivian por semanas,pues esa era la frecuencia conque se pagaban los salarios en las fabricas.
!mija,ahi le queda la plata pal turco!,escuchaba los fines de semana a mi papá,cuando separaba de su sueldo la cuota acordada con el mercader;! y digale que le suelte la tela pa los vestidos de las muchachas y una camisa pal niño!.
Con el paso del tiempo,los turcos abrieron almacenes en el centro de la ciudad y fueron abandonando paulatinamente su oficio incial,que fué pasando a manos de ciudadanos nacionales,quienes finalmente desaparecieron,derrotados por el poder de los almacenes,que dejaron de fiarles mercancia,pues ya los clientes se desplazaban al centro de la ciudad a comprar directamente sin el recargo del intermediario,ademas que tambien se estableció en ellos la modalidad del credito.Los "turcos" desaparecieron definitivamente de las calles de mi barrio,junto a sus carretas tiradas por algún muchacho,sus libretas ajadas y llenas de columnas con valores anotados con lapiz,correcciones ante el reclamo por algun pago recibido y no anotado,o recibos que se extraviaban;desaparecieron de las calles,no de mi memoria y quizá de la memoria de muchos,que no olvidan esa ciudad forjada con el trabajo de tantos hombres llegados de tierras lejanas,sumado al de los nativos.Épocas de luchas arduas,de momentos dificiles pero felices,desde la perspectiva del tiempo,aquel que nos muestra la medida exacta de la alegria y la tristeza.

martes, 2 de noviembre de 2010

CASTIGADO POR LA TECNOLOGÍA

Luego de terminar las tareas,cuando tenía alguna pendiente,a eso de las siete de la noche,solía coger uno de mis juguetes preferidos del fondo del patio para salir a la calle a jugar,una rueda de caucho que no era más que el recorte de la de algún carro,y un trozo de palo de escoba que usaba como controlador de la rueda:si quería girar a la izquierda,hacía fuerza con él en el lado derecho de ella o al lado izquierdo si quería girar a la derecha;quería mucho ese juguete,quizá tanto como a una pelota o un fusil de madera que papá había labrado pacientemente antes de algún diciembre.Antes de salir a la calle me colocaba una cachucha de color rojo,
que tenía estampado el nombre de una pintura:Pintuco.Esa cachucha era casi como un documento de identidad para mí,pues nunca me separaba de ella cuando jugaba.
Un día cualquiera,pedí permiso a mi mamá para salir a jugar y ella me lo concedió luego de revisar mis cuadernos y constatar que no habían tareas pendientes.Al salir a la calle,lo primero que noté fue una aglomeración de niños ante el antejardin de la casa de una de las esquinas de la cuadra;me acerqué un poco para saber de que se trataba;la casa tenía un muro de cemento y sobre él una reja de hierro,ambos recién construidos;era la única casa con esos adelantos pues en ella vivía una familia cuyo padre al decir de los vecinos había conseguido trabajo en una fábrica muy buena donde se ganaba mucha plata;la fábrica quedaba por los lados de yumbo y se llegaba a comparar el trabajar en ella con ganarse la lotería.Nadie supo o quizo decirme que motivaba la aglomeración,preocupados como estaban por subirse en la reja para tener una mejor visión hacia la sala de la casa.
Me quedé un poco alejado de la reja,más preocupado por no perder mi rueda que por descubrir el misterio.A los pocos minutos se apagó la luz de la sala de esa casa y una especie de resplandor blanquecino alumbró las caras y cuerpos de los niños subidos en la reja;de ese grupo de niños surgió una exclamción de asombro y alegría ante lo cual no resistí y me acerqué mucho más sin descuidar mi juguete mientras indagaba que era lo que veían;sin poder conseguir un puesto en la reja,al fin alguien respondió de entre la multitud a mis preguntas:!es que han traído un televisor,no ve!?.
Pues yo no veía más que el resplandor que subía y bajaba de intensidad y a los muchachos que empezaron a pasarse adentro del antejardin;luego que el primero lo hizo la desbandada fue tal que después de mucho gritar la dueña de casa para que se salieran,ésta fue hasta el patio y trajo un Platón lleno de agua que arrojó sobre los niños invasores.Hubo risas, insultos y demás,pero los niños no lograban dominar su curiosidad y seguían rondando el antejardin tratando de ver lo que mostraba el televisor sin perder de vista a la dueña de casa que había dejado el Platón con agua muy cerca de la puerta;mientras tanto yo miraba desde el otro lado de la calle y decidía que no valía la pena tanta lucha por mucha televisión que fuera.
Los dueños de la casa en determinado momento decidieron cerrar la puerta y la ventana y yo eché a andar mi rueda para dar mi primera vuelta a la manzana mientras escuchaba algunas palabrotas de los niños y algunos adultos ofendidos por la medida tomada.
Al pasar de nuevo cerca de la casa en cuestión,algunos muchachos planeaban la forma de vengarse por la actitud de los dueños del televisor;pasé junto a ellos y fui a dar mi segunda vuelta;Justo al pasar de nuevo por el sitio,corriendo junto a mi rueda de caucho,escuché gritos y maldiciones desde dentro de aquella casa y alguien que decía:!fue el de la cachucha roja que va corriendo allá!.
Terminé mi tercera vuelta y al aproximarme a casa,noté que la aglomeración era ahora allí;mi mamá me esperaba muy disgustada junto a la señora de la casa del televisor;en medio de la montonera alcanzaba a escuchar voces que repetían:!él no fue!;y yo no había sido el que según la vecina del televisor,había tirado una piedra de gran tamaño por la pared de su patio y roto una "sopera preciosa recién comprada".
Mi madre me hizo entrar y le prometió a la vecina que cuando llegara mi papá el hablaría con ella para arreglar lo de la sopera;mientras esperaba la llegada de papá, mi mamá me regañaba y advertía que sería castigado fuertemente por él,pues nos tenía prohibido muy claramente,meternos con los vecinos o causar daños en sus propiedades;cuando llegó mi papá,yo estaba muy tenso al igual que mis hermanas,y repasaba en silencio o al menos lo intentaba,la cartilla de lectura;mi papá saludó y sus sensores extraordinarios le alertaron pues lo primero que preguntó fue:¿ha pasado algo?.Era indudable que conocía el hogar y sus integrantes profundamente;mi mamá le contó el suceso mientra yo miraba asustado la cara de papá e imaginaba su reacción.
¿Usted tiró esa piedra?me preguntó directamente.No señor,contesté tembloroso y empecé a dar mi versión que él escuchó atento;luego de escucharme dictó sentencia:!vaya acuestese y ésta semana no sale más a jugar! y a mamá le dijo:ahora después de comer voy a hablar con esos vecinos;y así lo hizo y supe que acordó pagar la "preciosa sopera".Nunca se habló más en casa del accidente y yo volví a jugar con mi rueda de caucho y jamás intenté siquiera tratar de ver esa maravilla que decían era el televisor que tenían en la casa de la esquina,y cada diciembre,para el fin de año, cuando los vecinos pasaban de casa en casa deseando el feliz año,yo aprovechaba para negarle la mano a esa vecina dueña del televisor que me había hecho castigar injustamente y además pagar a mi padre algo que yo no había dañado;ella reía y me llamaba rencoroso.
Pasaron los años y me hice adulto y la señora se hizo anciana,y los fines de año ya no pasaban los vecinos a desear feliz año y en todas las casas habían televisores y en las calles ya no habían niños jugando con ruedas de caucho y no se volvieron a romper preciosas soperas y nunca se supo quien rompió aquella de mi infancia,pues yo no lo hice.

sábado, 2 de octubre de 2010

EL VIEJO JOY


Nació,creció,jugó,fue feliz, y se muere cada día un poco,como todos,si,pero de una forma dolorosa,triste;como todos o casi todos,sigue en la misma calle del barrio de nuestra niñez,donde fuimos compañeros de "la lleva","el cogín de guerra,"la vuelta a colombia",de los picaos de fútbol con porterías de piedras,de tardes caucheriando en algún mangón cercano al barrio.Un padre alegre, bebedor alcohólico,trabajador,buen vecino;una madre resignada y silenciosa,cuatro hermanos mayores que él.
Se hizo joven y se lo llevaron al ejercito;aprendió a conducir y a su regreso se empleó como chofer en alguna fabrica;conoció el amor y engendró un hijo al cual aun tiene presente en medio de la niebla que ocupa su cerebro;vivía la vida de una manera sencilla y creo que era feliz.Su abuela octogenaria,luchó para que le colocaran en la pila bautismal un nombre que siempre sería motivo de controversia sobre como se escribía,si con Y o con J,si llevaba H en el medio o no;la viejita cuando le preguntaban sobre donde había encontrado ese nombre no sabía responder si quizá en algún sueño o si era el nombre de un viejo amor que había tenido por allá por el 900.El hijo terminó por aceptar la propuesta de su madre,por puro cariño, y terminó cagandose en el muchacho,le colocó ese nombre que la barriada terminó por reducir a "viejo Joy",con el que siempre se le identificó.
Cuando más feliz parecía su vida,un domingo cualquiera viejo Joy cogió la pequeña moto de un amigo para ir a visitar a su hijo que vivía aparte con la mamá;a escasas dos calles de la nuestra y mientra esperaba en una esquina su oportunidad para cruzar,un sujeto que acababa de robar otra moto,en su huida desaforada,golpeó la de viejo Joy por un costado,le tiró hacia la acera con la mala fortuna que su cabeza chocó contra el filo del cordón de cemento.
El ladrón,como en las películas, escapó y a viejo Joy le llevaron hasta el seguro social donde no le atendieron pues su patrono le había desafiliado hacía ya varios meses,aunque le descontaba su aporte mensual muy juicioso y le entregaba una tarjeta que servía para lo que sirven las tetas de los hombres,pues era falsa.Al final le atendieron en el san Juan de dios,operaron su maltrecho cerebro,le formularon pastas "hasta los últimos días de su vida y los primeros de su muerte",y le mandaron para su casa.
Viejo Joy se fue recuperando físicamente,pero su cerebro se había quedado pegado en los tiempos y sucesos ocurridos hasta el día del accidente.El presente solo dura eso, el presente;cada nuevo minuto ya no recueda el anterior,en cambio repite discursos completos con historias anteriores,historias que de tan repetidas preocuparon al principio a sus padres y vecinos quienes al final aprendimos a vivir esos dos mundos,el nuestro con pasado,presente y algo de futuro y su pasado firme y su fugaz presente;para muchos de quienes llegaron luego a la calle,eran motivo de "destrabe" y de disgusto con nosotros, quienes no admitíamos burlas para con viejo Joy.
El padre de Joy se jubiló y la situación económica se fue haciendo cada día más precaria;el escaso dinero alcanzaba a duras penas para comer y comprar las pastas.Se fueron acumulando los recibos de agua, luz,los del predial;ante ésta situación, los hermanos mayores se abrieron y dejaron cada día en el olvido más cruel a sus padres viejos,enfermos y a su hermano discapacitado;nadie comprende esa actitud, aunque alguno anota que quizá sea venganza por la mala vida que el padre y su alcoholismo les proporcionaron.
La casa se fue derruyendo despacio, como ellos.La madre fue perdiendo la razón,quizá como mecanismo de defensa para su vergüenza y dolor;el padre se sentaba cada mañana de cada día en el antejardin en una vieja mecedora a leer y releer una vieja revista o a cantar tangos de gardel,despistando la mala situación.La mala alimentacion,la soledad,o quizá el desamor,terminó con la vida del padre;una mañana casi al medio día, extrañado ante la ausencia del papá en la mecedora,un vecino curioso preguntó por él;Joy fue hasta su cuarto a buscarle y así se supo de su muerte.Joy no sabía que hacer y su madre le miraba como quien mira un árbol,una nube;los vecinos ayudaron a organizar el entierro,los hijos mayores aparecieron y luego de la ceremonia ante los llamados de atención por su comportamiento,se marcharon pronto.Aparecieron luego para disputarse quien quedaría cobrando la pensión del padre ante la demencia de la madre;alguno de ellos terminó por encargarse, y le llevaba algo de alimento a la vieja y el hijo,mientras las empresas municipales desconectaban agua y luz y el municipio amenazaba con cobro jurídico.Poco tiempo aguantó la madre;unos meses después falleció y para su entierro se repitió la misma situación:reclamos de parte de los vecinos que les vieron crecer y la ida presurosa sin escuchar siquiera los consejos para que buscaran que la pensión quedara para el hijo discapacitado y no muriera de hambre y miseria.Nadie sabe en que quedó lo de la pensión;se dice que solo esperan que el viejo Joy muera, para vender lo que aun se pueda vender.Algún familiar le acerca algo de comida que los vecinos complementan con su generosidad;alguien le conecta de contrabando el agua para su aseo cada vez mas escaso;cuando la casa tiene olor insoportable,los vecinos hacen minga y la lavan y asean lo mejor posible.
Al viejo Joy, las convulsiones le aparecen cada vez más seguidas;él se sienta como su padre en la vieja mecedora de la que las convulsiones le tiran constantemente y se golpea su maltrecha cabeza contra algún muro,una piedra, el suelo.En esa mecedora, Joy repasa cada día de cada semana de cada año,unos viejos papeles en los cuales según dice, están las recomendaciones de no se sabe que general,para que cuando estalle la guerra contra no se sabe quien,sea llamado primero que nadie a las filas y así ganar dinero para que su hijo vaya a la universidad y se haga piloto;no olvida jamás que tiene un hijo que vive "en los estados unidos,por los lados de España" el cual le ha pedido a la mamá ayuda para su papá y que ella se la ha dado,pero no sabe porqué no se la han entregado todavía.
A veces lo observo meciendose mientras repasa sus papeles,y se me encoge el alma recordando la niñez,la juventud compartida;observo como su casa va perdiendo parte de su fachada y va muriendo también, solidaria con Joy;como se van esfumando ambos y con ellos parte de la vida de esa calle del barrio,de una historia común con tantas alegría y no pocas tristezas;tal vez la guerra estalle,y entonces viejo Joy renazca y con él la casa, la calle, la niñez que se marchó sin darnos apenas cuenta.

viernes, 3 de septiembre de 2010

!CON EL DOCTOR SE PUEDE ARREGLAR!

Mi padre,a pesar de las dificultades econòmicas que eran a su vez la raiz de todas las otras que ocupaban sus esfuerzos para vencerlas,nunca estuvo de acuerdo con que mi mamà se buscara un trabajo para ayudar en la tarea.Quizà su actitud obedeciera al machismo imperante en la època,pero escuchando sus planteamientos y observando con la perspectiva que ofrece el tiempo, los resultados de los mismos,algo màs profundo guardaba su actitud.
Muchas fueron las veces que se les escuchaba a papà y mamà argumentando cada uno su punto de vista sobre el tema.
Mamà tenía una hermana menor que habia terminado la primaria hacìa ya varios años,y desde entonces se dedicaba a colaborar en los oficios de la casa y soñando con poder realizar un estudio que era casi inalcanzable para una joven de clase popular:!secretaria mecanotaquigrafa!.Consistìa el estudio,en adquirir velocidad en la ejecusiòn de la escritura a màquina,ojalà igualando el record de cuarenta o cincuenta caracteres por minuto, que era màs dificil que los diez segundos para los cien metros en atletismo;junto a èsta habilidad,estaba el de conocer y dibujar los signos de la taquigrafìa,una especie de caracteres chinos,cuyo objetivo era tomar notas de forma resumida y muy ràpida;cada especialidad tenìa su herramienta:una remington para la mecanografìa y el texto de taquigrafia Greg.
Aunando esfuerzos familiares,la tia pudo alfin matricularse en un instituto que tal vez obstentaba el nombre del texto de taquigrafìa,y sin defraudar a la tribuna obtuvo el preciado grado que auguraba un buen futuro para la joven y de rebote seguramente para la familia.
Con sus recien cumplidos dieciocho años se lanzò a buscar sus sueños;empezaron las recomendaciones a familiares ya empleados para que buscaran interceder antes sus jefes o patronos,informando de la preparaciòn que tenìa la muchacha.
Al fin,un dia,la tia logrò iniciar labores en la oficina de un doctor integrante de una conocida familia de la ciudad;casi toda la familia estaba alborozada con la buena nueva,un poco menos mi padre y la abuela;ellos tenian sus reservas,conocedores de primera mano,de como se las gastaban algunos patronos,quienes haciendo uso de su superioridad de clase,tan respetada entonces,terminaban por intentar abusar de sus empleadas,generalmente jovenes,humildes y temerosas ante la presencia de un "doctor".
El resto de familia,les indicaban a papà y la abuela que no fueran tan "mal pensaos".
Para infortunio de todos,el tiempo y las acciones del doctor terminaron por dar la razòn a papà y a la abuela.
Un dia cualquiera la tia llegò màs temprano que de costumbre y llorosa;la abuela y mamà le preguntaron que pasaba y ella les explicò que el doctor habìa intentado manosearla y que cuando ella le rechazò,primero le hizo promesas que incluian vivienda y muchas prebendas y terminò con amenazas de despido,recordandole lo mucho que ella y su familia necesitaban el trabajo;al final,ante su rechazo total,el doctor le habia dicho que su trabajo se terminaba y que fuera el fin de semana por el salario de los dias trabajados.
Al enterarse papà,se llenò de ira y aprovechò para explicar el porquè no le ilusionaba que mamà trabajara,pues èl temìa mucho a su reaccion ante los abusos a su familia.La abuela logrò calmarle y entonces papà constatò que la tia tenia un contrato por un año y que solo habia trabajado cuatro cuatro meses,y por lo tanto debiera pagarle el doctor los meses faltantes,ya que el despido no tenìa justificaciòn,al menos ante la ley,porque seguro ante la moral del doctor,si lo tendrìa.
Pues el doctor alegò negligencia y otras cosas màs y mi papà acompañò a la tia a demandarle ante la oficina de trabajo;mi padre guardaba poca o ninguna esperanza por el reclamo legal,conocedor tambien de como los inspectores "tiraban pal lado del patrono".
De nuevo las acciones dieron la razòn a papà;el inspector a pesar de observar con claridad la situaciòn planteada(deshechando de paso el intento de abuso,pues eso no era laboral),aconsejò a mi tia que buscara un arreglo,pues el caso demorarìa hasta un año o màs y era mejor pajaro en mano.......
Mi tia consultò a papà y èl decidiò acompañarla de nuevo;ésta vez,el inspector citò al doctor quien informò a mi tia y mi papà que èl no pagarìa los cuatro o cinco mil pesos de los meses restantes,ni de fundas,aunque esa cantidad èl se la gastaba en un dia jugando a los gallos,pero no,el les daba la mitad y punto.Papà le recordò al doctor que lo que para èl era una noche de juego,para la joven y su familia era varios meses de alimentos;el inspector insistiò con su teorìa y le dijo a mi padre:arreglen con el doctor,fijese que èl se presta,si fuera otro.....
Al final mi tia terminò por aceptar el arreglo,papà viviò una nueva frustraciòn y tuvo màs firme que nunca,la convicciòn que mi madre no trabajara,que para abusos,ya bastaba con los que èl padecìa.


martes, 3 de agosto de 2010

LA COMETA MÀS GRANDE DEL MUNDO


En un Agosto casi olvidado entre tantos trascurridos,me preparaba para elevar la cometa que a mi parecer sería la más grande jamás elevada desde la loma de cristo rey;mi papá ya tenía el esqueleto armado,como siempre de listones de gudua,piola,solo que ésta vez,los listones eran más gruesos que de costumbre y los amarres,tirantes y demas estaban reforzados.Tenía aproximadamente dos metros de envergadura y un poco más de alto.
Un dia sabado,mi papá empezó a cortar y pegar el papel periodico que reemplazaría al tradicional papelillo;con mucho engrudo y una brocha,pegó varias capas de pepel;todo era ésta vez,para mí, desmesurado;hasta el lazo que reemplazaría a la piola;era para mi papá y para mi,una obra especial.El imaginar ese gigante surcando los cielos sobre el exclusivo barrio de San fernando,sobre el estadio,el hipodromo y quizá llegando hasta la hacienda la Fortaleza,que se vislumbraba a lo lejos,me llenaba de tensión.
El día Domingo llegó y mi papá, mi mamá y mis hermanas,junto al abuelo,subimos hasta el filo de "el corte",la loma donde se estaba sacando la tierra para el trabajo en la fabrica.A las tres de la tarde el viento era esplendido;mi papá tenía temor que se destrozara la cometa contra alguna piedra,así que empezó a desplegarla despacio;la cola se había formado con trozos de pantalones de trabajo y humedecido para que pesara un poco más.
Antes de empezar a soltar la cometa,mi abuelo se ubicó al frente a varios metros de distancia de mi papá,sosteniendo lo màs alto posible la cometa,presentandosela al viento,como desafiandolo a que lograra elevar ese portento;casi no termina de acomodarse mi abuelo cuando una racha de viento respondiò al desafio y la cometa emitiò un rugido como de fiera obligando a mi abuelo a soltarla ràpidamente para no ser elevado junto con ella.Mi papà tuvo que soltar lazo con prontitud pues la cometa pedia y pedia libertad para elevarse sobre San Fernando;era tal la potencia conque el viento enfurecido por el desafio impulsaba la cometa,que mi papà se viò en aprietos para dominarla pues el deslizar el lazo entre sus manos, quemaba su piel.
La alegria de todos era grande, en especial la mia que no tardè en pedir que me dejaran los mandos de ese vehiculo de sueños.Mi papà lo hizo poco a poco,conocedor de la potencia del viento y temeroso que me arrastrara y terminara perdiendola;yo deseaba secretamente que eso sucediera para volar sobre mi ciudad;el placer era indescriptible;mi papà no terminaba de dejarme solo y se empeñaba en explicarme los riesgos,cuando de repente sentimos un fuerte tiron y observamos con angustia como los tirantes no soportaban tanta fuerza y se reventaban dejando en completa libertad la cometa que se empezò a alejar en el horizonte llevandose todas mis ilusiones;la seguimos con la vista hasta hacerse invisible;petrificado y en silencio sentì la mano de mi papà sobre mi cabeza,como consolandome;!la embarrè mijo! no reforcè bien los tirantes;!pero no importa,hacemos otra!.El solo escuchar a mi papà me diò tranquilidad,èl era para mì un ser capaz de vencer todo obstaculo y volverìa a construir la cometa màs grande del mundo, estaba seguro.

sábado, 3 de julio de 2010

UN NEGRO GAROSO

Era la madrugada de un domingo y los ruidos y voces que llegaban desde la calle,nos despertaron a todos en la casa.Mi mamá fué la primera en hacerlo y de inmediato alertó a mi papá:!mijo,algo pasa en la calle y hay gente en el patio! .

Nuestra casa tenía el patio adelante pues mi papà había construido al fondo del lote una ramada o mejora;por las grietas de las esterillas se colaban sombras que subian o bajaban al ritmo de las velas y linternas que varios vecinos congregados en nuestro patio movian insistentemente.

La voz de uno de los vecinos,nos informò de lo acontecido;!vecino,hemos cogido un ladrón y necesitamos su colaboracioón!,a ver si nos facilita su coleman!

Mi papá se vistió y salió al patio;los vecinos reunidos le pidieron prestada la lampara Coleman,heredada del abuelo,para observar mejor la escena de la detencion y estado del ladrón.Mi papá se encontró en la disyuntiva de prestar la lampara o acudir a una escena que el no compartía:el linchamiento;siempre consideró que hacer justicia por mano propia no era el camino mejor, ademas de considerarlo otro simple abuso de poder,sustentado igualmente en la posesion de la razón.A pesar de todo,tratar de exponer su teoría a una turba enardecida,sabía que no era saludable;tomó la lampara,la accionó hasta obtener esa luz potente,verde-azulosa que me traia recuerdos de las luciernagas que alguna vez apresé dentro de una botella de vidrio,convirtiendome en el creador de una "Coleman con alas",que terminaba por apagarse cuando los inocentes insectos morian seguramente por falta de oxigeno.
Entre los vecinos se encontraban los contiguos a nuestro rancho por el lado derecho,una pareja campesina muy silenciosa y respetuosa;curiosamente,en determinado momento la mujer de ese vecino empezó a llorar y a comportarse algo histerica,por lo que su esposo se disculpó para no acompañar a la montonera justiciera y se entró junto a su esposa que continuaba gimiendo.Algunos dias después,ella misma comentaría a mi mamá la razón de su comportamiento;le dijo que las luces furtivas,los lamentos ahogados,el ruido de personas moviendose en la oscuridad le habian removido recuerdos dolorosos y aterradores de los momentos vividos por ella y su familia al ser desalojados de su propiedad por los asesinos que habian asolado las montañas de un pueblo en el norte del valle.Mi mamá la consoló diciendole que afortunadamente esa época ya no volvería.

La excursión de papá duró más de lo esperado y me dormí,hasta ser de nuevo despertado por su regreso,cuando otra luz azulosa,la del amanecer,se colaba de nuevo por entre las esterillas.



Mi mamá procedió entonces a servirle el café con masitas de harina de trigo,desayuno estrella de los domingos nuestros,y se dispuso todo para escuchar los pormenores de la aventura paterna.

Empezó con la descripción del ladrón y su estado;se comentaba que un vecino había sorprendido a un hombre de color,de color negro,cuando trataba de desclavar unas esterillas del rancho de un vecino que vivía dos cuadras atrás de nosotros;que el negro aseguraba,después de cada planazo que algún acomedido le propinaba,que el no estaba robando,que el era un hombre honrado,que vivía varias cuadras abajo,que podian averiguarlo,pero nadie hizo caso de sus súplicas,porque es bien sabido que "a los ladrones cuando los cogen,son capaces hasta de llorar".

Decía papá,que al hombre le habian dado tanto puño,patadas y planazos,que tenía la cara hinchada,cubierta de una "crema" compuesta de llanto,tierra,mocos y demas;era tal la apariencia del pobre sujeto,que al hacer aparición la claridad proporcionada por la Coleman,los gritos,insultos y agresiones mermaron hasta convertirse en murmullos.

Algunos vecinos tomaron la desicion de amarrar al hombre a un poste de madera y dejarle medio muerto,desmayado por los golpes,hasta que amaneciera y de pronto pudieran entregarlo a la policia;llegado a este punto, mi papá se sonrió y ante la confusión de mi mamá y nosotros sus hijos,contó la parte menos trágica de la historia.

Al quedarse el sujeto amarrado al poste,mi papá y otro vecino cercano,sintiendo algo de piedad,le limpiaron la cara y lograron una confesión tragicomica;el ladron les comentó que él no era tal,que lo sucedido era que al regresar de su trabajo,se había tomado unas cervezas y algo mareado y excitado,al pasar cerca del rancho de su desgracia,había observado la sombra en una ventana,que le mostraba a una mujer desvistiendose y él irresponsablemente,se había acercado para ver mejor y trató entonces de separar un poco alguna esterilla,con la mala suerte de ser sorprendido en el acto.Mi papá y el otro vecino no le creyeron esa historia y le inquirieron el porque no habia dicho eso cuando le apresaron,pero su rspuesta les creó al menos la duda;explicó el hombre de color, de color negro,que tuvo mucho miedo de que al confesar eso,el esposo de la mujer,presente en la captura,seguramente hasta le hubiera matado.Sucedió entonces que al lugar de los hechos llegaron dos mujeres y un hombre,que eran según dijeron,la madre, esposa y hermano del "detenido".Explicaron claramente la ocupación,sitio de vivienda y comportamiento del hombre,hasta lograr que se lo entregaran y marcharse,dejando a mi papá y el otro vecino,confundidos,entre lo comico y lo trágico.Al final, mi papá comentó más explicitamente a mamá,y le dijo que viendo la mujer del llamado ladrón,una negra de cara muy bonita,con unos senos que apuntaban uno para cristo rey y otro para las tres cruces y un final de espalda que daba vértigo,es decir todo un ejemplar de mujer,ese tenía bien ganada la trilla que le habian dado, al menos por garoso,aun a riesgo de contradecir sus principios;mi mamá se rió y nos puso más masitas de harina de trigo en cada plato y un poco más de café.